El concejo más pequeño es el más grande en emprendimiento y juventud

ASTURIANOS EN NOREÑA: Javier Blanco

Julián Rus

Eduardo Lagar

Eduardo Lagar

Javier Blanco, profesor del departamento de Economía Aplicada de la Universidad de Oviedo. Nacido y residente en Noreña, tiene 54 años y fue el coordinador del libro editado por la asociación «Contigo» sobre la vida en Noreña en los años sesenta y setenta del pasado siglo. 

"Yo creo que todo eso se nota en la vida sociocultural noreñense y en las calles y los modos de ocio, con mayor presencia de familias jóvenes con hijos. Probablemente esto, en comparación con otras villas y otras zonas de Asturias, sea también un rasgo distintivo de Noreña".

El más pequeño

"Noreña, además, es el municipio más pequeño de Asturias, tiene 5,6 kilómetros cuadrados apenas. Tiene una alta densidad de población, la cuarta más alta de la región después de las tres grandes ciudades. Y sus habitantes están concentrados en el casco urbano. Tiene el porcentaje más alto de Asturias de población residente en la capital del concejo: el 98 por ciento. En ese sentido, es uno de los municipios menos agrarios de Asturias. Apenas el 0,3% del empleo está en el sector agrario".

"Ese pequeño tamaño, que viene de razones históricas, tiene algunos inconvenientes a la hora de abordar proyectos de entidad, y eso obliga a coordinarse, a colaborar más con otras administraciones; con otros concejos y con la Administración regional o nacional. También tiene algunas ventajas en términos económicos: menores costes municipales para determinados servicios como el saneamiento, el alumbrado o la red de caminos".

"Además, al ser un concejo muy pequeño y con alta densidad de población, el suelo es un recurso escaso. Por tanto, es clave cómo se gestione el escaso territorio del municipio. Es decir, hay poco margen para errores o para disfunciones. Las equivocaciones pueden ser costosas a largo plazo, tanto en la gestión de suelo residencial como en el caso del suelo industrial o el de los equipamientos".

Y muy laborioso

"Noreña tiene otro rasgo importante: su carácter industrial. Siempre ha tenido una vocación de laboriosidad. O industriosa, como queramos llamarlo. Viene primero con la artesanía del calzado, que se remonta a los siglos XVI o XVII y dura hasta el primer tercio del siglo XX. Más adelante, con los curtidos y, sobre todo, con la industria cárnica y alimentaria desde inicios del siglo XX. En Noreña se hizo, por ejemplo, la primera fabada enlatada, en la fábrica de La Luz, que fundó Justo Rodríguez".

"Noreña tiene un porcentaje de empleo en la industria muy notable. Es el séptimo concejo con mayor índice de empleo en el sector secundario (industria más construcción), y duplica a la media regional en porcentaje de empleo industrial. La industria alimentaria, y la cárnica especialmente, supone el 60% de ese empleo. Hay más de 350 personas empleadas en este sector, que para la población noreñense es una cantidad muy importante. Todo ello conforma un pequeño distrito industrial, un sistema local de empresas especializadas en un sector, lo que tiene ventajas que deben aprovecharse e impulsarse, en materia de formación de la mano de obra, de proveedores especializados o de realidades como la de Asincar".

Emprendedores

"Aquí siempre hubo espíritu emprendedor. Algunos historiadores encuentran la razón en el hecho de que fuese siempre un reducido enclave en un entorno bajo otra jurisdicción. Eso llevó históricamente a los noreñenses a buscar alternativas para ganarse el pan ante la escasez o la dificultad para acceder a tierras de cultivo. Primero con la artesanía del calzado, luego con los curtidos y la industria cárnica... A su vez, estas actividades manufactureras exigían buscar mercados fuera del estrecho mercado local. En Oviedo, en Gijón, en Avilés, en las Cuencas... Algunos de ellos lograron expandir sus mercados al ámbito nacional e incluso al internacional".

Entre los ricos

"Noreña ha estado y está en los primeros puestos en el ranking de renta disponible por habitante de Asturias. Es cierto que ha ido perdiendo posiciones con respecto a los años 80-90, cuando ocupaba el primer lugar. Actualmente estaría, con los últimos datos de 2018 de Sadei, en el quinto lugar, recuperando posiciones desde el décimo lugar de 2010. Probablemente, las primeras posiciones de los años 80-90 tenían que ver con el hecho de que en la industria cárnica hay una importante presencia de empleo femenino y, en esos años, donde la tasa de empleo femenino en el conjunto de la región era mucho menor, en Noreña era comparativamente más alta. Eso hacía que en muchos hogares de la villa entrasen dos salarios al estar ocupados los dos cabezas de familia. Además, Noreña no es un concejo minero y tampoco tenía grandes empresas en sectores vinculados a la reconversión industrial".

Crecimiento armónico

"Noreña ha logrado un crecimiento bastante armónico, equilibrado. No se ha producido un desarrollo urbanístico desbocado. Ha habido algunas zonas de expansión en torno al casco más histórico. Y será a partir de ahora, que se ha revisado el plan urbano, cuando se marquen las líneas estratégicas de futuro. Pero, a mi juicio, el crecimiento no tiene que estar basado tanto en la cantidad, en el número de habitantes, como en la calidad. No hay un problema de caída poblacional. En lo que llevamos de siglo los residentes han aumentado un 20%. En términos absolutos, algo más de 800 habitantes. Es cierto que en la última década ha perdido algo de población, pero como la han perdido todos los concejos Asturias sin excepción. Pero el municipio no tiene el problema grave de despoblamiento que tienen la mayor parte de los concejos de Asturias. De hecho, es uno de los 10 concejos, un reducido grupo, que ha aumentado la población entre 1950 y 2020".

"Por tanto, el crecimiento debería centrarse más bien en la calidad, en el nivel de vida, en el bienestar de sus residentes. En cuidar el carácter de Noreña como un área residencial atractiva, un lugar agradable para vivir, tranquilo, bien comunicado, con buena oferta de servicios educativos, asistenciales o de ocio. Esa imagen, y esa realidad, debe cuidarse y potenciarse. Lo cual no quiere decir que Noreña deba caer en la complacencia. No debe conformarse con ser un área residencial de calidad. Tiene que apoyar y favorecer ese carácter industrial y emprendedor que siempre ha habido en la villa y que está detrás de los altos niveles relativos de renta".

"El tejido industrial está en parte mezclado en el casco urbano con las áreas residenciales. Para la permanencia de la industria alimentaria, que está detrás en buena parte de la renta y del nivel de vida del municipio, va a ser clave una gestión inteligente de esta cuestión. Porque las industrias, históricamente diseminadas en el casco urbano o en sus límites, deben poder expandirse si lo precisan. Las actuaciones urbanísticas y en materia de suelo industrial pueden ser importantes en el futuro para la continuidad del sector alimentario. Una planificación y gestión lo suficientemente adaptada como para no poner en peligro la pervivencia de las empresas y, a la vez, hacer armoniosa la convivencia con los núcleos residenciales. Esta es, a mi entender, una de las líneas estratégicas del municipio".

Asturianos en Noreña, un recorrido por el municipio

Asturianos en Noreña, un recorrido por el municipio / Julián Rus

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¿Qué futuro le espera al sector cárnico noreñense y, en general, a todo el sector en Asturias? Javier Blanco analiza la situación desde su óptica de economista:

«Ahora mismo, de las 84 empresas que hay en el sector cárnico en Asturias, en Noreña estarían una veintena de ellas aproximadamente. Es un porcentaje relevante de la industria cárnica regional. Y, además, en un contexto en el que la industria cárnica asturiana está perdiendo peso en el contexto nacional en términos de empleo y facturación, aunque la cifra de negocio en general en Noreña se ha mantenido y consolidado. Además, se puede decir que, en términos generales, la industria cárnica noreñense ha superado la difícil prueba que siempre supone para las pymes familiares la sucesión hacia las segundas y las terceras generaciones, cuando el porcentaje de mortalidad de las empresas es muy alto. Es cierto que ha habido alguna entrada de capital foráneo en el sector, pero eso ha permitido que pervivan o que se consoliden algunas empresas. Ha habido también alguna deslocalización en las inmediaciones del concejo, pero la industria cárnica ha logrado en estas dos o tres décadas permanecer y consolidarse».

«Todo ello no quiere decir que no se enfrente a dificultades. Es un sector maduro donde, por una parte, hay una tendencia a la concentración de las empresas en grandes grupos industriales cárnicos, algunos de ellos líderes europeos. Esa concentración y aumento del tamaño de las empresas cárnicas a escala nacional está, a su vez, inducido por la concentración en la distribución comercial, que presiona a la actividad industrial a concentrarse para aprovechar las economías de escala. Por otra parte, en Asturias, y en España en general, convive en el sector cárnico un tejido muy nutrido de pequeñas empresas que compiten entre sí y con los grandes grupos, fundamentalmente en variedades regionales de productos, en producto diferenciado o en canales de comercialización distintos a los de los grandes grupos. Y ahí está un poco la industria cárnica noreñense, que se enfrenta a una competencia muy dura».

«No ya crecer, sino sobrevivir en un mercado con una competencia tan intensa y en un sector maduro como este, es difícil para una pyme. Exige continuos esfuerzos de reinversión de beneficios, de mejora de la calidad, de diferenciación de producto, de acceso a canales de comercialización distintos... Además, los requisitos normativos son muy exigentes en este sector. Y muy cambiantes en materia de normas sanitarias, de adecuación de instalaciones, de control de calidad, de etiquetado, de trazabilidad... todo esto exige a su vez estar muy al día, con inversiones permanentes».

«Una línea estratégica es, a mi juicio, la sostenibilidad en términos ambientales. Las políticas europeas, como el Green Deal o la estrategia ‘De la granja a la mesa’, están presionando en esta dirección. Por ejemplo, la normativa sobre envases: en el horizonte de 2030 los requerimientos en materia de reciclabilidad y economía circular serán mucho mayores. La sostenibilidad en un sentido amplio cada vez va a ser un elemento estratégico más importante para mejorar la imagen del sector, para acceder a los consumidores, a determinados mercados o canales de distribución, incluso a las ayudas públicas. Hablo de gestionar toda la cadena de valor, todo el proceso productivo con criterios de sostenibilidad más claros y exigentes. Porque, si no, eso cada vez va a estar más castigado por los consumidores y por los mercados».

«El consumo de carne por habitante año en España está retrocediendo paulatinamente, pero todavía es elevado. Todavía va a ser un componente fundamental de la dieta, pero sí que es cierto que hay algunos elementos, algunas fuerzas o tendencias que, por preferencias de los consumidores, pueden influir en el futuro del sector. Sobre todo, si no se adapta en términos de sostenibilidad».

«El sector cárnico noreñense y regional tiene que anticiparse y adaptarse a las nuevas preferencias de los consumidores, a los cambios en los canales de comercialización, ampliando la gama de productos, incorporando más valor añadido y mejorando sus presentaciones, por ejemplo, en materia de diseño y modalidades. Tiene que hacer un esfuerzo también en materia de digitalización y tecnología, que está quizás algo por detrás de otros sectores industriales. Tiene que perseguir una mayor presencia en el mercado nacional y aumentar el mercado de exportación, un tanto estancado en la última década. Todos estos retos son muy exigentes y requerirán ir acompañados de mejoras en la capacidad de gestión empresarial y en la formación del capital humano de las pymes».