Oviedo

María José IGLESIAS

María Muñiz de Urquiza (Gijón, 1962) estrena escaño en el Parlamento europeo, en realidad, doble escaño (en Bruselas y Estrasburgo), pero no es una recién llegada a la política europea. Se doctoró en Políticas y Sociología por la Complutense con una tesis sobre la cooperación al desarrollo con América latina en la política exterior de la España democrática, y es diplomada en Comunidades Europeas por la Escuela Diplomática. Trabaja y vive desde hace años en la capital belga. Entre 2004 y 2009 formó parte del equipo de relaciones exteriores y ampliación, con responsabilidad para los países candidatos. Forma parte de la Comisión de Asuntos Exteriores.

-¿Asturias tiene quien la defienda en Bruselas?

-Los intereses de Asturias, como los del resto de España, están bien defendidos por el Gobierno. Tenemos 50 eurodiputados dispuestos a trabajar y a colaborar en lo que haga falta. Los socialistas españoles contamos con el comisario Almunia y Javier Solana. Compartimos muchas estrategias con Francia, Italia, Portugal y Grecia. Asturias debe insertarse en ese nuevo modelo de crecimiento económico. Un ejemplo es la autopista del mar que parte de Gijón a Francia. Es una realidad.

-Como los millones de sobrecoste de El Musel, que Bruselas se niega a financiar...

-En la reunión del lunes entre Fomento y el Principado seguro que se alcanzará una solución. El Musel es una prioridad europea y nacional. Hablamos de miles de millones. El sobrecoste no será el problema para que se realice la obra de la ampliación.

-Si no está claro de dónde llega el dinero, el proyecto no avanzará...

-Vamos a esperar. Lo importante es que se lleven a cabo estas grandes infraestructuras.

-Han conseguido que Álvarez-Cascos quiera volver a la política, porque el PSOE maltrata a Asturias con el AVE. Eso argumenta.

-Pues el PP asturiano tiene un problema de liderazgo. Que Cascos quiere volver, que vuelva. De marginación, nada. El panorama de las infraestructuras en Asturias es espectacular. Las grandes vías están en marcha. Los retrasos son lógicos en proyectos de este calibre. Areces lleva diez años gobernando; el PSOE, siete, que a estas alturas Cascos se apunte el tanto me parece irrelevante. El gran impulso a la Variante, a la autovía y a El Musel lo han dado los socialistas.

-¿Cómo crear «empleos verdes» en este paraíso verde de Europa?

-Asturias recibe cuatro millones de turistas al año; la mayoría, europeos. Es un lugar perfecto para desarrollar un turismo ecológico y sostenible. Asturias tiene grandes oportunidades de desarrollo en tecnología y en la generación de energías limpias, por ejemplo, la eólica. Ya hay buenos ejemplos.

-De la energía nuclear no quieren ni oír hablar, ¿esa actitud no está un tanto trasnochada?

-En absoluto. Es por una cuestión medioambiental. El programa socialista está bien claro.

-Puede que esos «brotes verdes» que ve Zapatero necesiten una inyección de ayudas en Asturias más allá de 2013.

-El nivel de renta media ha subido, los fondos bajarán. No quiere decir que no haya ayudas para el sector lácteo o para el carbón. La Unión Europea se seguirá ocupando de que estos sectores no queden desamparados, pero Asturias no tiene que conformarse con pedir. La región debe participar activamente en la construcción europea.

-¿La organización del «Día marítimo» en mayo es una oportunidad para sumergirse en Europa?

-Será uno de los principales acontecimientos de la Presidencia española. Todo el mundo vendrá a Gijón. El mar no es sólo ocio, es desarrollo.

-¿Piensa, como López Garrido, que la presidencia española será «euroamericana»?

-España es la puerta a América latina. Compartimos la lengua, la cultura. Es una ventaja que otros no tienen. En los últimos años el interés de Europa se ha movido hacia los países del Este. Nos hemos desviado un poco del enfoque iberoamericano. La Presidencia española será el momento de recuperarlo. Actualmente están en marcha varios proyectos de cooperación en Centroamérica y con Mercosur.

-Poco a poco a Obama dejan de venerarlo en su país, ¿esa coincidencia con Zapatero, en enero, sigue teniendo rango de «acontecimiento planetario», como dijo Leire Pajín?

-España ha restablecido las buenas relaciones con los Estados Unidos. Yo no hablaré de «acontecimiento planetario», pero sí de hecho histórico. Zapatero y Obama tienen posiciones cercanas. Tienen una visión muy parecida de las políticas sociales.

-Se la ve cómoda en Asturias. ¿Se siente en casa?

-Claro que sí. Me crié en Madrid, pero vengo a menudo a ver a la familia. Me he marcado como objetivo viajar todos los meses a Asturias para hablar con la gente, las asociaciones. Quiero que los ciudadanos asturianos perciban que tienen a alguien en Bruselas que puede defenderlos.

-Viéndola y oyéndola no parece muy real esa idea del Parlamento europeo como cementerio de elefantes.

-Eso se ha dicho porque grandes figuras políticas han tenido escaño. Los socialistas españoles tenemos primeros espadas como Jáuregui o López Aguilar. Han hecho una gran labor en España y la harán en Bruselas.

-Usted está en la zona de las caras nuevas.

-Hay nuevas perspectivas. La crisis económica, la aplicación del Tratado de Lisboa, la consolidación de los países del Este y la presencia de la derecha euroescéptica en la Cámara... todo abre un panorama nuevo, interesante.

-Los euroescépticos se sientan en el Parlamento, tiene gracia.

-Son muy activos. Nuestra tarea es convencerlos de la necesidad de construir una Europa común.

-Los socialistas cierran filas para que Barroso, un conservador, siga presidiendo la comisión. Extraña política

-A Barroso le hemos presentado una lista de peticiones condicionando nuestro apoyo, sobre todo, centradas en políticas sociales. No es un gran europeísta como Delors, da el contrapeso ideal a la Comisión.

-El único superviviente de la foto de las Azores...

-Eso ya no es relevante. Se lo reprochará su propia biografía.