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Maestros y discípulos

Ferrero: "En cuestiones ambientales no caben soluciones cortoplacistas"

Pérez: "La Universidad de Oviedo tiene investigadores muy buenos pero le falta una dirección comercial para venderse fuera"

Miguel Ferrero y Julio Antonio Pérez en el departamento de Química Orgánica e Inorgánica de la Universidad de Oviedo. LUIMA MURIAS

Julio Antonio Pérez Álvarez se presenta como un doctorando "atípico". En la actualidad desempeña el cargo de gerente del departamento de depuración en Acciona Agua y acaba de presentar su tesis doctoral en la Facultad de Química sobre un asunto emergente: la presencia de fármacos como contaminantes en aguas. Su nexo con la Universidad le llega de forma indirecta, a través del Colegio de Químicos de Asturias, donde forma parte del grupo de Tecnología del Agua y de la Asociación de Químicos del Principado de cuya junta directiva es vicedecano el profesor Miguel Ferrero, que ha sido codirector de su tesis junto a la profesora Susana Fernández. "Decidí realizar este trabajo porque me parecía un tema interesante y, además, para avanzar en las relaciones entre Universidad y empresa", cuenta Pérez. "Si no transmitimos a la sociedad lo que hacemos, se queda en un foro de cerrado", plantea ante la necesidad de avanzar en las acciones de divulgación que desde el Colegio de Químicos y la asociación de profesionales del Principado vienen trabajando hace tiempo. "La sociedad tiene mucho que decir en temas de agua", expone el nuevo doctor.

Su maestro coincide con él en que la abundancia de este recurso en estas latitudes hace que no se vea como problema. "El agua es indispensable para la vida", sentencia Ferrero. En el debate sobre si debería privatizarse o municipalizarse el discípulo incorpora un punto de vista diferente: "Lo importante es que requiere de una formación específica. Ninguna carrera te prepara para ser responsable de una planta de tratamiento de agua. El otro es un debate estéril. Como en el fútbol, parece que de agua todo el mundo sabe pero se debería pensar más en dónde queremos llegar". La tesis doctoral de Julio Antonio Pérez analiza, a partir de los datos obtenidos en la planta de tratamiento de aguas residuales en Baiña (Mieres) la presencia de restos de fármacos en esas aguas. "En algunos casos se eliminaron en la planta y, en otros, no", detalla. Por eso, como recomendación a futuro, propone establecer un programa específico para la eliminación de esos residuos en plantas de pretratamiento próximas a centros hospitalarios. Esos fármacos, afirma Pérez, se encuentran en concentraciones muy bajas "pero hay que seguir investigando". El estudio en la planta de Baíña obligó al nuevo doctor a hacer uso de un equipo del Ministerio de Defensa, con un coste aproximado de medio millón de euros, al que difícilmente habrían tenido acceso desde la Universidad de Oviedo.

"En fármacos el País Vasco nos lleva mucha ventaja", argumenta Pérez, quien detalla que ya existen estudios que constatan los efectos de la presencia de fármacos sobre la fauna marina o sobre el crecimiento de determinadas plantas. "No concibo el agua si no es desde el punto de vista de la sostenibilidad, el desarrollo y la innovación", asegura ante la necesidad de que el sector empresarial camine de la mano de los últimos desarrollos científicos porque "hace falta mucha investigación", insiste.

Pérez recuerda cómo cuando surgió el Consorcio de Aguas, la región fue un referente. Y hoy, lamenta, "estamos sancionados por la Unión Europea por los dos puntos rojos que tenemos en Asturias: la ría de Avilés y la depuradora del Este de Gijón. Parece absurdo haber construido una depuradora y que ahora haya que tirarla", prosigue el directivo de Acciona Agua y doctor en Química.

Ante la crisis que se avecina a escala mundial por los recursos hídricos, desde el Colegio de Químicos decidieron poner en marcha hace tres años un máster internacional en tratamiento de agua. "De aquí al futuro será un elemento de distorsión entre países", auguran. El hecho de que ahora muchas depuradoras se hayan quedado obsoletas obliga a buscar "un pacto del agua". Las oportunidades de desarrollo económico así lo dicen: la industria del agua moverá en 2021 más de 21.000 millones de dólares". Hoy 768 millones de personas no tienen acceso a este recurso en diez países. "Queda mucho por hacer, la distribución es desigual pero en Latinoamérica forma parte de todas las agendas", continúa Pérez. Miguel Ferrero insta, por su parte, a no buscar soluciones "cortoplacistas" porque "en cuestiones medioambientales hay que mirar a más largo plazo". El profesor de Química Orgánica e Inorgánica es partidario de que la Universidad de Oviedo sea motor en estos temas. "No hay ninguna titulación sobre ello; a veces hay que lanzarse y arriesgar", opina, "y si eres capaz de atraer empresas, atraes proyectos y dinero". Sobre los contaminantes emergentes como los analizados en la tesis, la Unión Europea nos pedirá responsabilidades, advierte.

Ferrero y Pérez coinciden en la importancia del papel de la divulgación y el éxito de conjugar Universidad y empresa. "Es lo que se necesita", apunta, si bien la investigación aplicada debe conjugarse con la de carácter más básico. "En mi caso siempre he procurado colaborar con empresas, aunque en España no está muy maduro", prosigue. De sus estancias en EE UU recuerda cómo las empresas allí realizan importantes donaciones a la Universidad para realizar investigación básica. "Conviene esa relación", remarca. Por desgracia, las empresas en nuestro país no valoran que sus profesionales sean doctores, lamenta el discípulo. "En mi caso fue complicado compaginar la tesis con la actividad profesional", explica Pérez, "mientras en Sudamérica el título lo es todo".

Según Ferrero, el problema de la Universidad "es que nos falta savia nueva. Antes había más ayudas para realizar la tesis pero ahora las becas bajaron drásticamente y los que quedan optan por emigrar o irse a la industria".

Desde el otro lado, el de la empresa, Julio Antonio Pérez, destaca que la Universidad de Oviedo está muy bien valorada en el ámbito internacional pero "le falta venderse, tiene investigadores muy buenos pero le falta una dirección comercial para dar a conocer lo que hacen fuera".

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