"La Feria tiene todas las piezas para funcionar con entera satisfacción, no ocurre así en otros ámbitos de la vida asturiana y española", comenzó su discurso la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, en la inauguración del certamen. Con ello, la regidora pretendía hacer referencia al "déficit de negociación" que, en su opinión, "domina la vida política".

Poniendo de ejemplo los acuerdos alcanzados entre los diferentes grupos de su ayuntamiento con la aprobación, por ejemplo, del plan urbanístico "sin votos en contra", Moriyón quiso transmitir la idea de que "las etiquetas ideológicas constituyen una disculpa" para frenar el entendimiento.

"El peor acuerdo es mejor que cualquier rechazo", afirmó Moriyón, haciendo sus palabras extensibles a Asturias, donde "se debería fomentar la cultura del pacto, integrando intereses económicos, políticos y sociales diversos sin que nadie quede olvidado", dijo la mandataria gijonesa. Su receta para defender los intereses del Principado: apostar por la "economía productiva". "Debemos lograr que las empresas tengan más tamaño, sean fuertes y competitivas", sin subidas de impuestos, aseguró Moriyón, que afecten ni a patronal ni a los ciudadanos. "Me resulta inconcebible que en años como estos, que crece la recaudación fiscal, se quieran subir otra vez", afirmó.

También interpeló a la Ministra, reclamando la culminación de la red de infraestructuras regionales o la "necesaria puesta en funcionamiento de la depuradora" de Gijón, producto de actuaciones incorrectas de las que ahora estamos sufriendo las consecuencias". Incluso tuvo tiempo para centrarse en la transición energética que vive el Principado: "Todos estamos dispuestos a hacer sacrificios, pero no a cambio de crear un desierto industrial y de mandar a miles de personal al paro", denunció Moriyón.

"Si somos capaces de generar oportunidades y garantizar inversiones", el camino estará despejado para Asturias, sentenció la alcaldesa de Gijón.