Aún quedan muchas incógnitas sobre las personas que ocuparon el castro de Alava durante la Edad del Bronce. Los arqueólogos que participan en esta excavación, financiada por la Fundación Valdés-Salas, Orovalle Minerals y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), plantean algunas de la cuestiones que aún están en el aire. Esperan determinar los rasgos culturales de la comunidad, el periodo exacto durante el que estuvo habitado el castro o qué ocurrió con sus pobladores. Los análisis de las piezas de metal y cerámica y los restos de sedimento podrían arrojar luz sobre este asunto. Sin embargo, serán necesarios más trabajos arqueológicos para seguir indagando en los puntos en los que el georradar indica la existencia de nuevas construcciones.