El gijonés Maxi Álvarez reconoció ayer que su despacho de lotería está "en racha". El propietario de la tienda El Xolot de la carretera del Obispo número 34, en Contrueces, seguía haciéndose a la idea de que uno de sus clientes ganó el pasado jueves la friolera de 600.000 euros con la bonoloto. En la entrada, su conocida estatua con forma de duende lucía todavía el cartel de la combinación ganadora. Cuando el delegado administrativo le llamó ayer a las doce en punto informando de que debía imprimir un nuevo cartel con el quinto premio del sorteo de Navidad, Álvarez no daba crédito. "Están siendo unos días muy difíciles de procesar. Mi trabajo es dar premios, pero a lo tonto estoy haciéndome famoso en los periódicos", bromeó.

Álvarez tuvo que aplazar unas horas su momento de brindis porque la cola de clientes en su despacho superó la decena de personas durante casi toda la mañana y, sumados a los curiosos, la comitiva ocupaba buena parte de la acera. Según explica, los sábados por la mañana son siempre días ajetreados en el negocio. Su esposa vino con sus dos hijos pequeños de la mano para echarle un cable y, ya más tranquilo, reconoció que el importe repartido (en su caso fue un décimo de máquina del 02.308 premiado con 6.000 euros) era lo de menos. "Mis padres y mis abuelos también se dedicaron a esto. El trabajo de mi familia es desde siempre dar premios y nos gusta poder agraciar algún cliente, sea con mucho o con poco. Yo esta semana estoy más que contento", aseguró.