La Fiscalía informó ayer en contra de la puesta en libertad condicional del exconsejero de Educación del Principado José Luis Iglesias Riopedre, condenado a 5 años de prisión por el "caso Marea". La junta de tratamiento del centro penitenciario de Asturias, contra el criterio del equipo técnico, propuso su excarcelación "por razones humanitarias". Pero sus razones no convencen al fiscal coordinador de Vigilancia Penitenciaria, que emitió ayer un informe contrario al Juzgado de Vigilancia Penitencia, cuya titular emitirá el correspondiente auto al respecto.

La junta de tratamiento de la prisión asturiana propuso el pase a régimen de tercer grado y puesta en libertad condicional del exconsejero por "razones humanitarias", dado su estado de salud y su avanzada edad.

El fiscal, en su informe, se opone a esta modificación de la calificación penitenciaria del exconsejero alegando que no ha habido ninguna circunstancia que haya hecho variar la situación del condenado desde el último auto judicial que denegó su progreso a tercer grado, con el visto bueno de la Fiscalía, hace dos meses, y teniendo en cuenta además que aún no ha cumplido la cuarta parte de la condena impuesta.

Aun siendo cierto que el exconsejero padece diferentes patologías, entre ellas de corazón, no hay ningún informe nuevo que haga pensar en la necesidad de su excarcelación, añade el fiscal de Vigilancia Penitenciaria.

Ni un cuarto de condena

Por otro lado, argumenta la Fiscalía, la salida del centro penitenciario del exconsejero en este momento dejaría sin efecto el fin último de la pena, la reinserción social del penado, y sería "desmoralizador" para el conjunto de la sociedad el hecho de que, al no haberse cumplido ni la cuarta parte de la misma, el comportamiento del condenado quedara sin el correspondiente castigo, impuesto por la Audiencia Provincial y ratificado por el Tribunal Supremo. La defensa de Riopedre, a cargo de Ana Isabel Prieto Torices, pidió la excarcelación del exconsejero aduciendo una retahíla de dolencias que viene arrastrando desde hace años. El problema es que el cuadro que presenta Riopedre no es muy distinto del de otros octogenarios que hay en la cárcel. De hecho, hay siete reclusos de más de 80 años en la prisión asturiana, todos ellos en la enfermería.

Pero hay presos y presos. Se ha sabido que el preso etarra más longevo del país, Sebastián Etxaniz, de 77 años, que no debería salir hasta 2024, ha obtenido del Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria un nuevo cálculo que le permitirá salir antes de prisión.