El impuesto por usar las autovías, que afecta a 350 km en Asturias, aparcado por ahora

"Ni es el momento económico y social idóneo, ni ayuda el actual contexto político", con elecciones en mayo y a finales de año, esgrime el Ejecutivo

Retenciones en la Autovía del Cantábrico, a la altura de Villaviciosa, en agosto de 2021. | Ramón Díaz

Retenciones en la Autovía del Cantábrico, a la altura de Villaviciosa, en agosto de 2021. | Ramón Díaz / R. Díaz / M. Hernández

R. Díaz / M. Hernández

No habrá pago por uso en las autovías de la red estatal, al menos, hasta 2025. El Gobierno de Pedro Sánchez ha comunicado a la Unión Europea (UE) que aparca por ahora el objetivo que había anunciado ya en 2018, porque no se dan las "condiciones necesarias". Ni es el momento "económico y social" idóneo, ni ayuda el actual "contexto político", con elecciones autonómicas y municipales en mayo y generales, previsiblemente, a finales de año. Así las cosas no se cobrará de momento peaje en los algo más de 350 kilómetros de autovías asturianas de titularidad estatal, cuyo mantenimiento se sufraga ahora a través de los Presupuestos Generales del Estado.

La Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras (Seopan) propuso en 2020 aplicar una tasa de 9 céntimos por kilómetro para los turismos y 19 para los vehículos pesados. Esta propuesta, que generó el frontal rechazo del sector del transporte, obligaría a los conductores de turismos a pagar 2,7 euros por cada viaje Oviedo-Gijón, 3,4 por recorridos como Avilés-Oviedo o Gijón-Mieres, 4,2 euros por Villaviciosa-Oviedo, casi 10 euros por Oviedo-Llanes y 21,3 por cruzar Asturias por la Transcantábrica, de Bustio al puente de Todos los Santos. Posteriormente, Seopan rebajó sus pretensiones a 3 céntimos para los coches y 14 para los camiones y autobuses, lo que implicaría en el caso de turismos pagos de 0,9 euros por trayectos como Oviedo-Gijón y Oviedo-Pola de Lena, 1,8 euros por Ribadesella-Pola de Siero, 1,9 euros por Avilés-Luarca y 7 euros por viajar del límite con Cantabria al límite con Galicia. El objetivo del Gobierno es recaudar dinero para mantener la red de alta capacidad y a tapar el "agujero" existente de casi 8.000 millones en la conservación de las carreteras estatales. Una cantidad a la que hay que añadir el déficit generado por la reversión al Estado de varias autopistas, que ronda los 1.000 millones al año.

El mecanismo de pago por utilización de las autovías está recogido en el Plan de Transformación y Resiliencia enviado a Bruselas, en el que el Ejecutivo promete una larga lista de reformas para lograr el desembolso de hasta 140.000 millones de euros de fondos europeos. "Es preciso desarrollar un sistema de pago por uso de la red de vías de alta capacidad que permita cubrir los costes de mantenimiento", recoge el texto.

La introducción del pago por uso de las autovías "no es una cuestión que ahora mismo sea prioritaria y urgente", señalan fuentes del Ejecutivo. Ya no lo es, pese a que este verano la Dirección General de Carreteras encargó a Ineco –empresa pública dedicada a la consultoría y la ingeniería– nueve informes sobre las alternativas para financiar la red de carreteras del Estado.

El Ministerio de Transportes tiene también muy avanzado el estudio de los diferentes modelos vigentes en Europa, susceptibles de importarse a España, pero el Gobierno quiere acordarlo con las comunidades autónomas, los partidos políticos y el sector del transporte. No obstante, aunque se demore su implantación, el Ejecutivo no renuncia a aplicar ese sistema. Se han señalado dos posibles fórmulas: la viñeta (pago anual fijo) y el abono puntual en función del kilometraje recorrido.

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