Los trasplantes de hígado, a examen en el HUCA tras varias muertes recientes

Los equipos de anestesia y digestivo reclamaron a la dirección del hospital ovetense un parón ante los incidentes anómalos | Dos cirujanos están de baja por ansiedad

Primer trasplante de hígado de Asturias, llevado a cabo el 16 de abril de 2002 a la ovetense María Raquel Rojo García, de 60 años. | LNE

Primer trasplante de hígado de Asturias, llevado a cabo el 16 de abril de 2002 a la ovetense María Raquel Rojo García, de 60 años. | LNE / Pablo ÁlvarezP. Á.

Pablo Álvarez

Pablo Álvarez

La dirección del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) ha iniciado una profunda revisión de los procedimientos empleados en las intervenciones de trasplante hepático. Esta decisión ha sido adoptada a la vista del llamativo aumento de mortalidad registrado en los últimos tiempos en este tipo de cirugías. Es la respuesta a una petición realizada por dos colectivos médicos del complejo hospitalario ovetense: el equipo de anestesistas que participan en estos procedimientos quirúrgicos y los especialistas en aparato digestivo que llevan a los pacientes antes y después del trasplante.

Según ha podido saber LA NUEVA ESPAÑA, en los últimos meses se han producido eventos adversos en varios trasplantes de hígado. En alguno de ellos, el paciente era joven. A falta de individualizar los casos, lo sucedido es juzgado como anómalo y merecedor de un análisis riguroso y desapasionado. En el momento actual, el HUCA está estudiando las causas, en un proceso al que han sido convocados todos los servicios implicados, entre ellos cirugía general, aparato digestivo, anestesiología y cuidados intensivos (UCI).

Hasta el momento, no ha trascendido que nadie hable de una mala praxis nítida concreta. Sin embargo, todas las fuentes consultadas por este periódico admiten que algunos episodios de la trayectoria reciente –o incluso la de un plazo más largo hacia atrás– hacía imperativo pararse y analizarlos con una clara actitud de autocrítica. Lo que se está haciendo es estudiar lo sucedido de manera pormenorizada y evaluar posibles cambios en los protocolos o, incluso, en el personal sanitario que los ejecuta.

En algunas intervenciones de los últimos tiempos, el paciente falleció en el propio quirófano; en otras, poco después de la intervención. El hecho de que se produzca una muerte en un trasplante puede ser considerado normal, pues se llevan a cabo cirugías complejas en pacientes con situaciones muy delicadas. Lo que ha desatado la alarma es la concentración de muertes en un corto espacio de tiempo. En consecuencia, se ha procedido a revisar con detalle los protocolos de las operaciones hasta conocer la raíz y la dimensión del problema.

Los eventuales errores técnicos están acompañados de un borrascoso clima de convivencia. El ambiente en el equipo de trasplantes está tensionado desde hace tiempo. Según ha podido saber LA NUEVA ESPAÑA, dos de los cirujanos que realizan trasplantes de hígado están de baja médica desde hace unos seis meses alegando crisis de ansiedad. En estos últimos tiempos se han cursado denuncias de acoso laboral ante el servicio de Prevención de Riesgos Laborales del HUCA, que ha realizado algunas indagaciones. Que se sepa, por el momento, ninguna de estas denuncias ha llegado a los juzgados.

El Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) es el único centro sanitario de la región en el que se realizan trasplantes de órganos. El programa de trasplante de hígado se inició el 16 de abril de 2002. En los primeros 15 años se realizaron 500 procedimientos, con una tasa de supervivencia del 80 por ciento al cabo de cinco años. El año pasado se contabilizaron 25 injertos hepáticos. La cifra total ronda los 700 en el momento actual. Los resultados nunca habían sido cuestionados hasta la fecha.

Los injertos de corazón y riñón y el programa de donaciones funcionan con normalidad

Mientras el programa de trasplante de hígado del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) está sometido a una evaluación en profundidad, los trasplantes de corazón y riñón continúan adelante sin incidencias. Igualmente, la donación de órganos está en marcha sin incidencia alguna. Como es bien conocido, a lo largo de las últimas décadas, Asturias ha sido una de las comunidades españolas con mejores resultados tanto de donaciones como de injertos realizados. Este buen trabajo ha sido elogiado en diversas ocasiones por la Organización Nacional de Trasplantes (ONT). Otra característica de los trasplantes en Asturias suele ser la baja tasa de respuestas negativas de las familias cuando se les solicitan los órganos de su pariente fallecido. Este hecho se asocia a una elevada concienciación social y a la confianza en el buen hacer del sistema sanitario. En el Principado, solo en el HUCA se practican trasplantes. El 22 de marzo de 1983 –acaban de cumplirse 40 años– se iniciaron los injertos de riñón. Los otros dos grandes hitos tuvieron lugar en 1998, con el arranque del trasplante de corazón, y en 2002, con el primer injerto de hígado.

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