El sector sidrero reclama más manzana para potenciar la bebida: "Hay escasez"

El Consejo Regulador premia al llagar Contrueces y prevé alcanzar los 4,5 millones de botellas con etiqueta de denominación de origen

Fomentar las plantaciones de manzano. Ese es uno de los objetivos prioritarios que debe marcarse la región para que la sidra continúe como un producto de referencia, como indicó este martes Víctor Ramos, presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Sidra de Asturias (DOP), durante el Salón Sidra de Asturias 2023 celebrado en el recinto ferial Luis Adaro. "Hay escasez de manzana y el trabajo en los llagares se complica", admitió Ramos. Este año, la DOP confía en entregar 4,5 millones de botellas con la contraetiqueta de denominación de origen, así como 8 millones de kilos de manzana.

En el grupo de expositores comparecieron 30 de los 32 llagares inscritos al Consejo Regulador. "Es una fiesta para que la gente pruebe los distintos tipos de sidra de la cosecha de este año", declaró Víctor Ramos, que instó a explotar el "sidraturismo".

"Haremos un esfuerzo por fortalecer las producciones de manzano", aseguró Alejandro Calvo, consejero de Medio Rural y Cohesión Territorial del Principado. Por su parte, Jorge González-Palacios, concejal que asumirá Relaciones Institucionales, reivindicó que Gijón "no se entiende sin la sidra por la idiosincrasia de compartirla en los chigres".

La cita sirvió para reconocer las mejores aportaciones del año. Sidra Contrueces se alzó con el oro en la categoría de mejor sidra natural tradicional. "La elaboramos de forma artesanal. El premio es un aliciente para seguir apostando por la calidad", subrayó Iván Rubiera, gerente del llagar. La plata se la adjudicó Valdeboides, de Sidra Castañón. "La sidra es compleja, hay que saber tratarla", comentó el gerente Julián Castañón. Mientras, Quelo, del llagar Quelo, se llevó el bronce en la mejor sidra natural tradicional. "Innovamos en sistemas de producción, en variedades de manzana, etc.", recalcó Alberto Fanjul, gerente del llagar, que abogó por impulsar un producto que "lo merece".

La distinción a la mejor sidra natural espumosa fue para Ramos del Valle, de Sidra Fran, en Lugones. "La espumosa cuesta algo más venderla porque no hay tanta costumbre", confesó Javier Ramos, gerente de la firma.

Por último, El Gaitero, del grupo de Villaviciosa, obtuvo el premio a la mejor sidra natural filtrada. "Fuimos pioneros, es un producto con futuro fuera de Asturias", manifestó María Cardín, directora comercial y de marketing.

El premio a mejor cosechero, de entre los 374 candidatos, fue a parar a manos de Félix Melchor Blanco, que lleva "toda la vida" dedicado a la sidra. "Mis padres tenían una pumarada", contó Blanco, de Amieva, aunque tiene la plantación en Oviedo.

El Consejo Regulador escogió como embajador de la sidra de Asturias al Club de Guisanderas. Su presidenta, Amada Álvarez, abogó por "remar por todos los hosteleros".

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