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Son más y están mejor formadas, pero tienen menos y peores empleos: las cifras que lo demuestran en Asturias

Son mayoría en la administración, viven de media 5 años más y duplican el número de hombres mayores que viven solos

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Cuando el foco de la estadística ilumina exclusivamente a las mujeres, de entrada descubre que son más. Más de la mitad de la población total de España en un leve desequilibrio que se acentúa especialmente en Asturias, la autonomía con una mayor prevalencia femenina en su censo. Las más de 525.000 de la actualización correspondiente a julio de 2022 están por encima del 52% del millón largo de habitantes que aún conserva el Principado y eso rebasa en más de un punto la media nacional del 51.

Acotado el dato, en cuya génesis tiene mucho que ver la longevidad extendida de las mujeres, pero también su superioridad en los saldos migratorios asturianos, habrá que añadir que ellas todavía trabajan menos y en peores condiciones que los hombres. O que las trabajadoras asturianas están mejor formadas que los trabajadores y que el sueldo medio femenino del Principado es en términos absolutos el tercero más elevado del país, sólo por detrás de los de Cataluña y Madrid, pero también que en la comparación cruda con los hombres acumulan el segundo desequilibrio salarial más elevado de España, no demasiado lejos del de la Comunidad de Madrid.

Miradas al microscopio de la estadística, las mujeres pensionistas también tienen abierta en Asturias la brecha más amplia del país respecto a sus colegas varones y por ejemplo en la Universidad son mayoría en general, o más bien en el segmento de los estudiantes y en el total del personal, pero todavía no en ninguna de las categorías del profesorado.

Menos empleo

El vistazo numérico al grado de separación entre hombres y mujeres es un juego de luces y sombras cuya combinación da una idea del camino que se ha recorrido ya, del que queda por delante y del ritmo mejorable del avance hacia el horizonte de la igualdad.

La tasa de empleo femenino es en Asturias la más baja del país. Trabajan casi cuatro de cada diez mujeres en edad de hacerlo, un 39,2 por ciento que según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) de 2022 está 9 puntos por debajo del porcentaje masculino, que para mayor escarnio es también el más reducido de España.

La misma fuente cuenta 182.000 mujeres ocupadas en la región frente a 201.000 hombres y traza una brecha que más o menos empieza con los números equilibrados en la franja de los 20 a los 24 años y se va separando de los 25 en adelante.

También dice que la tasa de ocupación femenina ha progresado desde el 37,8% de 2010 y que lleva unos años instalada en un nivel próximo al 40 con el que tocó techo antes de la crisis de 2008, o que la tasa de paro en un 13,59 está más abajo que nunca desde 2008, pero que todavía eleva en cerca de dos puntos la masculina…

Peor salario

El sector servicios es abrumadoramente mayoritario en las mujeres empleadas, tanto como que recoge a un 90,9 % de las trabajadoras y "sólo" a un 62% de los trabajadores varones.

Mientras tanto, la distancia salarial persiste. De media, usando los datos de la Agencia Tributaria en 2021, ellas cobran en Asturias por encima de la media nacional, 19.183 euros anuales que suben en 172 el promedio del Estado, pero 6.000 euros menos que los hombres para abrir la segunda brecha de sexos más profunda del país: el sueldo femenino es un 23,63 % más pequeño que el de los hombres y Asturias ostenta el subcampeonato nacional del desfase por sexos sólo por detrás del 23,78 de la Comunidad de Madrid. Esto, que tiene que ver con la clase de empleos que ocupan las mujeres, también ha mejorado, porque la distancia salarial en la región todavía era del 27 por ciento en 2015, cuando el sueldo medio femenino aún estaba en 16.443 euros al año, y se reproduce, o más bien se agrava, cuando en lugar de salarios se habla de pensiones. Las 146.313 mujeres pensionistas de Asturias cobran un promedio de 15.000 euros, casi 8.000 menos que los 153.520 hombres en su misma situación: la diferencia es la mayor de España, pero nuevamente emerge aquí el claroscuro, porque si los asturianos tienen la pensión más alta del país, también la de las asturianas es la segunda, tras la de Madrid…

Peor empleo

Algo tendrá que ver en la excavación de esta brecha la diferencia en la calidad del empleo, o que las mujeres sean mayoría en los contratos temporales –en Asturias hay 100.055 femeninos y 91.417 masculinos, según el Servicio Público de Empleo– o que ellas casi doblen a los varones en los puestos a jornada parcial, donde las 65.389 mujeres no resisten la comparación con los 33.734 hombres.

Mejor formación

Todo esto pasa aunque el detalle por sexos del mercado laboral asturiano tenga una ligera prevalencia femenina en lo tocante a la formación de los trabajadores. Más de la mitad de las mujeres que trabajan en la región, un 54,14%, tiene estudios superiores, una proporción ampliamente superior al 46% de los hombres y por encima también del 53 del conjunto nacional. Ellas también son mayoría en la Universidad de Oviedo, pero su ventaja es más cuantitativa que cualitativa.

Según los datos recogidos por la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (SADEI), ellas son poco más de la mitad de los estudiantes (un 50,4%), con una ratio especialmente abrumadora de 73-27 en las carreras de las ciencias de la salud y una relación casi equivalente pero inversa en las técnicas, y dominan igualmente con poco más del cincuenta por ciento cuando se computa el total de la plantilla la institución. Sin embargo, únicamente hay un 27,5% de mujeres catedráticas y supera por poco el cuarenta la proporción femenina en el profesorado titular o asociado.

Mayoría en las administraciones...

Las mujeres ocupan una notable posición mayoritaria en los trabajos de las administraciones públicas, donde rondan el 63% de los puestos y son 38.528 de un total de 61.218. Esto es así sobre todo por el 73% de plazas femeninas en la administración autonómica y a pesar del escaso 27,75 de la estatal o del cincuenta casi exacto en la local.

Minoría en la política

De las 78 alcaldías asturianas, 22 están ocupadas por mujeres, el número más alto de la democracia. Hay 393 concejalas y 454 concejales, y también es este el techo histórico de la representación femenina. La Junta de esta legislatura tiene 19 diputadas de 45, un 42,2%, y las titularidades de las consejerías son paritarias (cinco y cinco), pero el presidente sigue siendo varón.

Los siete partidos con representación parlamentaria presentan a las próximas elecciones autonómicas dos hombres y cinco mujeres en las cabezas del cartel; hace cuatro años, aspiraban a presidir el Principado cuatro mujeres y tres hombres.

Más longevas, más migrantes

Ellas viven más, de media 85,3 años en Asturias frente a los ochenta casi exactos de los varones, y son mayoría apreciable en las inmigraciones hacia el Principado. Los saldos migratorios de 2021, tal y como han sido recogidos por SADEI, arrojan un balance positivo en 1.509 mujeres y en 918 hombres y este desequilibrio se hace particularmente visible en los intercambios con el extranjero. El 55% de las residentes en Asturias, cerca de 50.000, han nacido fuera de España.

El doble de mujeres solas

En esta Asturias del envejecimiento colectivo y la aguda crisis de natalidad, la vejez tenía que ser de inclinación marcadamente femenina. Para dar testimonio bastan dos datos. De los cerca de 269.000 residentes mayores de 65 años que cuenta el Principado, más de 156.000 son mujeres, cerca de seis de cada diez. Pero a lo mejor lo peor es que se estima que hay más del doble de mujeres (58.111) que de hombres (26.256) viven solas.

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