La solución para las vías de Avilés estaba en casa: así se gestó el plan ferroviario

El estudio informativo encaja la solución que plantearon los técnicos municipales a raíz de una idea del exconcejal Teófilo Rodríguez

Una mujer mira la playa de vías a altura de la calle del Muelle desde la pasarela de La Grapa. | Ricardo Solís

Una mujer mira la playa de vías a altura de la calle del Muelle desde la pasarela de La Grapa. | Ricardo Solís / A. P. Gión

Amaya P. Gión

Amaya P. Gión

Tres décadas se lleva a vueltas en busca de una solución para coser la herida que abrieron las vías entre el casco histórico de Avilés y la ría y la solución que ahora se ve como definitiva, la que recoge el estudio informativo recientemente presentado, se gestó muy cerca de donde está el problema: en el número 1 de la plaza de España, sede del Ayuntamiento. Lo que aporta ese estudio es una solución técnica basada en la propuesta que presentaron ya hace años en Madrid los técnicos municipales y que se traduce, finalmente, en soterrar las vías entre "La Grapa" y el actual paso de Larrañaga esquivando la red de saneamiento. Resulta que la solución a un problema complejo y enquistado estaba en casa.

Esa idea que ahora se plasma en el papel se remonta al último mandato de Pilar Varela, cuando ocupaba la concejalía de Urbanismo Teófilo Rodríguez. Después de tres visitas al Ministerio en busca de posibles soluciones para las vías de Avilés y de propuestas que en Madrid veían inviables, Rodríguez planteó a los técnicos municipales (liderados por Basilio Jerónimo, ahora jubilado) la posibilidad de desviar el río Tuluergo para recuperar la opción del soterramiento. Ahí comenzó a gestarse la solución que, por ahora, se ve como definitiva.

La idea que ahora se plasma en el papel se remonta al último mandato de Pilar Varela, cuando ocupaba la concejalía de Urbanismo Teófilo Rodríguez.

"La primera solución que planteamos incluía el desvío del Tuluergo, se discutió mucho con la Dirección General de Ferrocarriles. El soterramiento a 25 metros de profundidad, como se había llegado a plantear, era una barbaridad. Así que pensamos en alternativas. En el estudio informativo se ha conseguido encajar la solución que planteamos desde los servicios técnicos sin necesidad de modificar el río y el colector", explica Basilio Jerónimo, ahora ya jubilado, quien incide en que este ha sido "un proceso de muchos años" y en que "fue Teófilo quien más machacó hasta encontrar una solución".

"Sabía que el problema que planteaban en Madrid al soterramiento era la canalización del saneamiento. El primer estudio que se había encargado, que planteaba la barbaridad de soterrar a 25 metros, no tuvo en cuenta nada de eso. Así que planteé a los técnicos: ¿será posible desviar otra vez el Tuluergo?", recuerda el exconcejal de Urbanismo.

Basilio Jerónimo y el secretario general del PSOE de Avilés, Luis Ramón Fernández Huerga, durante un acto en el Club de Prensa LA NUEVA ESPAÑA de Avilés en el que explicaron la solución municipal al problema ferroviario. | R. S.

Basilio Jerónimo y el secretario general del PSOE de Avilés, Luis Ramón Fernández Huerga, durante un acto en el Club de Prensa LA NUEVA ESPAÑA de Avilés en el que explicaron la solución municipal al problema ferroviario. | R. S. / A. P. Gión

Así se empezó a trabajar en la idea de desviar el río para que, en el caso de un soterramiento, el tren no tuviera que bajar a los 26 metros de profundidad que proponía el plan de Álvarez-Cascos allá por 2002 para librar no solo el Tuluergo, sino también otros dos cauces además de los colectores de saneamiento. Vieron que era una alternativa factible, ya que con el desvío del río en 750 metros, desde el parque del Muelle hasta la travesía del Yunque, podrían soterrar las vías entre las inmediaciones del centro de salud de Llano Ponte hasta la calle Demetria Suárez a una profundidad de nueve metros. Lo suficiente para que la ciudad se pudiera "acercar" a la ría.

Cuentan en las oficinas técnicas municipales que los estudios preliminares siempre habían planteado soterrar por debajo de la red de saneamiento y de los ríos. Esa posibilidad encarecía muchísimo enterrar las vías y conllevaba una enorme complejidad técnica porque "había que empezar a soterrar muy lejos". "Había que intentar pasar las vías entre los ríos y colectores, fueron necesarias muchas pruebas y estudios. Siempre se pensó en bajar de la red de saneamiento y de desagüe de pluviales y era una premisa durísima por las pendientes de entrada y salida", cuenta Basilio Jerónimo.

"Siempre se pensó en bajar de la red de saneamiento y de desagüe de pluviales y era una premisa durísima por las pendientes de entrada y salida"

Basilio Jerónimo

— Ex técnico municipal que ayudó a elaborar el boceto del plan ferroviario

Mucho "encaje de bolillos" hubo que hacer desde aquel planteamiento inicial de Teófilo Rodríguez al estudio informativo que está a punto de salir a información pública, que incluye el soterramiento de 460 metros de la red ferroviaria a la altura del casco histórico, entre La Grapa y Larrañaga. La complejidad técnica para salvar las redes de saneamiento no fue la única.

En Madrid siempre tuvieron claro que no entraba en la negociación prescindir del tráfico de mercancías hasta San Juan, puesto que el Ministerio quería seguir manteniendo el parking de contenedores paralelo a las vías a la altura del Reblinco. Por eso hubo que plantear también un soterramiento menos ambicioso. "Al tener que ir a pendientes más suaves, el tramo soterrado se redujo (...) Es una alegría que finalmente se pueda hacer el soterramiento sin desviar el Tuluergo", celebró Basilio Jerómino, uno de los invitados a la reciente presentación del estudio informativo de la integración de las vías en Avilés.

La solución que plantea el estudio informativo, y que se fundamenta en ese trabajo de los técnicos municipales, costará unos 204 millones de euros. De esta cifra, 94 corresponden a la actuación en el tramo exterior de la red ferroviaria (implica la construcción de un túnel en Bustiello de 400 metros de longitud), y 110 millones al tramo al urbano, que incluye el soterramiento que tanto lleva dado que hablar. Se duplicará la vía en todo el trazado (habrá ancho ibérico y ancho métrico) y Avilés podrá recibir trenes de largo recorrido cuando el plan pase del papel a la pala.

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