Parados de la comarca rechazan contratos en Semana Santa por miedo a perder el salario social

Los empresarios claman contra la burocracia que desincentiva trabajar: "No les compensa firmar un contrato porque luego, si van al paro, pueden tardar meses en recuperar la ayuda"

Turistas por el casco histórico de Avilés, en una imagen de archivo. | Ricardo Solis

Turistas por el casco histórico de Avilés, en una imagen de archivo. | Ricardo Solis / Marián Martínez

Marián Martínez

Marián Martínez

La burocracia colisiona con la realidad y dificulta la contratación de personal. Responsables de negocios del sector turístico de la comarca de Avilés coinciden en la tesis para explicar el handicap que supone encontrar profesionales para contratar en esta época de Semana Santa. El problema es que "muchas personas cobran ayudas, y no les compensa firmar un contrato porque luego, si van al paro, pueden tardar meses en recuperarlas".

El debate no es nuevo. La patronal del turismo en Asturias, Otea, ya planteó en anteriores ocasiones la necesidad de diseñar una nueva formulación para las ayudas sociales, de tal manera que se facilite la recuperación prácticamente inmediata una vez que finalice el contrato de trabajo, por el motivo que sea. Ahora, pese a que esa burocracia se ha reducido, aún pueden pasar meses.

"Hay personas que cobran una ayuda y por miedo a que luego pueda tardar meses en recuperarla, quieren trabajar pero plantean hacerlo sin contrato. Y eso no puede ser", explicó la gerente de un establecimiento hotelero que reclamó anonimato, pero que aseguró que ya se vio en esta situación el año pasado y en éste.

La consejera de Derechos Sociales, Melania Álvarez, aseguró el pasado mes de octubre que uno de cada cuatro perceptores de salario social resultó ilocalizable cuando se les convocó para participar en formación o acudir a una oferta laboral. Y aseveró que cobrar estas ayudas no es un fin en sí mismo. El presidente del Principado, Adrián Barbón, refrendó posteriormente a al Consejera y remarcó que "la persona que esté en condiciones de trabajar y rechace trabajar perderá el salario social".

Fuentes empresariales indicaron que "los datos de contratación son buenos", pero señalaron que se debe a que en los negocios hay una plantilla fija y luego está el personal que se contrata para reforzar en las temporadas turísticas y festivas. "Si haces un contrato fijo discontinuo, pero al mes ves que la cosa no funciona y esa persona pierde el empleo, ¿qué pasa? Pues que tarda meses en recuperar las ayudas que estuviera cobrando. Por eso sopesan, y aunque pudieran ganar más dinero trabajando, el miedo al tiempo que podrían tardar en volver a tener ingresos, les echa para atrás". Lo mismo ocurre si se realiza un contrato temporal para cubrir una baja.

"Lo que pasa ahora desincentiva trabajar a muchas personas, pero por miedo, por falta de seguridad. Si la ayuda quedara suspendida y se pudiera recuperar automáticamente al perder el empleo, seguro que esto funcionaría de otra manera", señaló el gerente de un negocio de hostelería.

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