Vuelta a casa del pionero de la Modernidad

El Alfoz de Gauzón incorpora a su colección dos paisajes catalanes recién restaurados del avilesino Luis Bayón, fallecido en 1945

Juan Carlos Aparicio, en el atril, y sentados Rubén Domínguez junto a las restauradoras Alba Labrador e Isabel Mena durante la presentación, con las obras de Luis Bayón al fondo. | R. Solís

Juan Carlos Aparicio, en el atril, y sentados Rubén Domínguez junto a las restauradoras Alba Labrador e Isabel Mena durante la presentación, con las obras de Luis Bayón al fondo. | R. Solís / I. García

I. García

El Centro de Estudios Alfoz de Gauzón (Ceag) ha ampliado su fondo documental y artístico. Ha rescatado dos obras del pintor avilesino Luis Bayón que estaban en una vivienda particular de Barcelona, capital de la comunidad en la que el artista pasó su últimos años de vida. Los óleos en cuestión son "Paisaje catalán" de 1944 y "Árboles y masía" del mismo año, uno antes de su fallecimiento. El paso del tiempo, entre otros factores, motivaron que ambas sufrieron sufrieran diversos daños, tanto en el marco como en la propia obra pictórica. Por ello, fue necesaria la labor de dos restauradoras, Alba Labrador e Isabel Mena, que contaron ayer su proceso de recuperación, todo ello después de que el historiador del Arte de la Universidad de Oviedo Juan Carlos Aparicio glosara la vida y obra de Bayón apoyado en diapositivas de sus óleos en la sede del Ceag, en la plaza mayor de Llaranes.

Labrador se encargó de reparar y lucir los marcos. Se encontró con grietas, con partes rotas y con fallos que no solo afectaban a la estética de la madera sino también a la estructura de protección de las obras. "En la parte más visual, había mucha suciedad", resalta la restauradora, quien habló también de falta de estuco, daños estructurales quizá por un mal embalaje. Labrador tuvo que emplear químicos para rescatar la tonalidad verdosa de algunos tramos y también recuperar el dorado tras su proceso de oxidación.

Asistentes al acto en la sede del Alfoz de Gauzón. | R. Solís

Asistentes al acto en la sede del Alfoz de Gauzón. / R. Solís

Isabel Mena fue la encargada de restaurar la obra en sí. Se empleó a a fondo para recuperar las partes craqueladas y rotas del óleo "que tenía mucha textura". "Se percibe que fue pintado al aire libre con pinceladas rápidas y que las mezclas de la pintura se hicieron sobre el propio lienzo, de tipo industrial", señaló no sin antes remarcar la "polución" que tenían las obras cuando las observó por primera vez y tras el proceso de limpieza de ambas.

Rubén Domínguez, presidente del Ceag, presentó el acto, habló de la colección histórico y patrimonial de su entidad a la que se suma esta nueva obra, todo antes de dar la palabra a Juan Carlos Aparicio, que desde el atril repasó los avatares de un pintor "que fue de los primeros avilesinos de la modernidad", citó a Ramón Rodríguez que publicó una biografía de Bayón, y comenzó a desgranar la obra de un avilesino que comenzó en Artes y Oficios, se formó en Madrid y París, viajó por Europa y conoció las vanguardias, volvió a Avilés y después partió hacia Cataluña, donde obtuvo plaza fija de profesor de Dibujo en 1936. Pintó, sobre todo, retratos, naturalezas muertas y también paisajes, urbanos y rurales. Con la llegada del franquismo, su plaza por oposición fue anulada y decidió quedarse en Barcelona, donde su obra no cuajó, pero antes había confeccionado piezas de gran valor como el retrato de Claudio Aznar en 1933, que "representa al auge de la ciencia y es una joya de la época de la pintura asturiana", entre otros óleos del casco urbano de Avilés o "En la rula" con fechas entre 1935 y 1936. Ahora dos de las obras de Bayón de su última etapa pertenecen a la colección del Alfoz y ayer lucían en Llaranes, ya restauradas y pese a que Bayón no regresó a su Avilés natal, lo hacen dos de sus paisajes 78 años después de su fallecimiento.