Azsa se encamina a un nuevo récord de producción tras las mejoras realizadas en la fábrica de Castrillón

La ampliación de la planta de San Juan de Nieva funciona a pleno rendimiento y el precio de la energía, a diferencia del año pasado, no ha reducido la actividad

Instalaciones de Asturiana de Zinc, en San Juan de Nieva. | María Fuentes

Instalaciones de Asturiana de Zinc, en San Juan de Nieva. | María Fuentes / Saúl Fernández

Saúl Fernández

Saúl Fernández

En 2022, la empresa Asturiana de Zinc (Azsa) detuvo una carrera de once récords de producción consecutivos en su planta de San Juan de Nieva. Eso, sin embargo, no se repetirá este año. Según ha podido saber este periódico, los trabajos desarrollados en la factoría castrillonense del conglomerado anglosuizo Glencore durante este año no han sufrido cortes temporales de energía como consecuencia de un excesivo precio del megavatio/hora (algo que sí que había sucedido en 2022, además varias veces). A esta circunstancia se une que la ampliación de la nave "E" de electrólisis funciona a pleno a rendimiento. Es decir, a diferencia de lo sucedido el año pasado, Azsa ha producido más, más días.

El nuevo récord de producción de cinc se conocerá la próxima semana, cuando el ejercicio 2023 haya terminado. El crecimiento en toneladas que se prevé es de tal envergadura que la planta de San Juan de Nieva tiene fácil pasar del "top 3" mundial de plantas fundidoras al "top 2".

Este incremento de producción de cinc, además, se ha hecho mediante una apuesta por la modernización (y un ERE de extinción de 95 empleos a desarrollar hasta el próximo 2029). El descenso de personal fue acordado por la mayoría sindical en el comité de empresa, esto es, entre el Sindicato Independiente de Trabajadores de Asturiana de Zinc (SITAZ) y la dirección de la compañía.

La penúltima ampliación de Asturiana –antes de la del verano de 2022– se hizo en 2001. Entonces, la compañía había dicho que podía aspirar a producir unas 460.000 toneladas anuales (una cantidad que colocaba San Juan de Nieva entre las factorías más importantes del mundo entre las de su estilo).

Aquella cifra base se vio incrementada muy pronto: en 2008, la fábrica fundió 450.000 toneladas de cinc metal; desde ahí todo fue crecer. La cifra de 2019 superó la original en casi 79.000. Un año después, la producción había subido 4.000 toneladas más. El año pasado, el resultado, sin embargo, fue de retroceso: en total del 1,7 por ciento, una nota discordante en comparación con los últimos ejercicios de sucesivos registros encadenados al alza.

La cifra de producción anual es laboralmente importante porque sobre ella se calcula una paga de carácter extraordinario para la plantilla.

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