La producción de cinc de Azsa, a un paso de ser líder mundial en el sector

La fundidora de San Juan de Nieva elevó en 30.978 toneladas los registros de hace una década

Instalaciones de AZSA en San Juan de Nieva

Instalaciones de AZSA en San Juan de Nieva / Mara Villamuza

C. Jiménez

Soplan vientos favorables para la industria en la comarca. Asturiana de Zinc (Azsa) ha alcanzado su récord histórico de producción este pasado 2023. El año recién finalizado llegó a 544.192 toneladas, que son 16.053 más que el ejercicio anterior, lo que significa que se han superado todos los registros hasta la fecha. De esta manera la fundidora de San Juan de Nieva, en el "top 3" de las fábricas de su sector en el mundo y de las primeras en el continente europeo, podría dar el salto al "top 2" mundial.

La última ampliación de Azsa, completada el verano de 2022, así como los avances en introducidos en la planta, han permitido superar los registros previos a la pandemia y elevan en un 5,6% el primero de la serie de esta última década, lo que representa que se han producido 30.978 toneladas más de cinc que en 2013.

En 2001, cuando se realizó la anterior ampliación, la compañía había dicho que podía aspirar a producir unas 408.000 toneladas anuales, cantidad que colocaba San Juan de Nieva entre las factorías más importantes del mundo entre las de su estilo. Aquella cifra se vio incrementada muy pronto: en 2018, la fábrica fundió 450.000 toneladas de cinc metal; al año siguiente, en 2019, superó en casi 76.000 toneladas las cifras de la década anterior.

La pandemia

En 2020 los trabajadores de Azsa produjeron 4.000 toneladas más, que son 532.235 toneladas de cinc fundido, frente a las 523.980,05 de 2021, algo más de ocho mil toneladas menos, que fueron la única nota discordante en comparación con los últimos ejercicios de registros encadenados al alza. Fue un año condicionado por la carestía de la luz que obligó a reprogramar paradas de mantenimiento para amortiguar el coste energético. Un ejercicio más tarde se retorno a la senda del crecimiento.

Las 544.192 toneladas de cinc metal del último ejercicio son la cantidad total que se produjo en 2023 en las instalaciones de San Juan de Nieva y funciona a modo de registro "intermedio" que permite determinar la prima de producción anual que se abona a la plantilla. De esa cantidad, una parte se utiliza en los propios procesos de la empresa, que habría que restar de la partida denominada "cinc vendible", una cifra que todavía no se ha conocido.

Con la cifra de 2023 la carrera de éxitos de producción de Asturiana de Zinc se asienta ya sin obstáculos en el horizonte. Pagar la factura energética, los salarios de la plantilla y los servicios auxiliares son los principales costes que debe asumir la compañía que se sitúa, a la vista de los datos de producción, en la cresta de la ola.

La lectura general de los resultados del último año es de satisfacción, habida cuenta de que la puesta en marcha de la nueva nave de electrolisis y la introducción de nuevos avances en el proceso productivo han permitido el retorno a la senda del crecimiento. Esa instalación –la denominada "nave E"– sustituyó a dos más antiguas de la fundidora de San Juan e implicó una inversión de más de 100 millones de euros. Además, movilizó medio millar de empleos en los picos más altos de la obra, con la consiguiente repercusión económica para el entorno más próximo.

El origen

El 5 de marzo de 1960 se obtuvo en la fábrica de San Juan de Nieva el primer cinc electrolítico producido en España. Desde aquella fecha, la empresa ha ido incrementando su capacidad de producción continuamente desde las 12.628 toneladas obtenidas aquel año, hasta las 544.192 toneladas actuales, siempre con aplicación de tecnología propia en la mayor parte de los procesos. En mayo de 1999 el consejo de administración aprobó una inversión para ampliar la capacidad de la factoría, que supuso un incremento del 35% sobre su capacidad de producción anterior. Desde entonces las cifras han venido manteniendo un alza constante.

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