La avilesina que abrió una ventana y vio los Oscos

Noelia Velasco, guía en el Museo Evaristo Valle, gana el XXV Premio "Desnivel" con una novela ambientada en un bosque

Noelia Velasco.

Noelia Velasco. / LNE

El mejor libro de montaña se escribió mirando a los Oscos. "Una ventana al bosque" es el título de una obra que suma la belleza natural de los concejos del suroccidente asturiano con la pasión por los bosques y montes de la tierrina que siente su autora, Noelia Velasco.

La primera novela de esta avilesina afincada en Piedras Blancas, surgió "casi sin quererlo, en una noche oscura y lluviosa", como ella misma relata y ha sido galardonada con el primer puesto en la XXV Edición del premio "Desnivel" de literatura de montaña, de viajes y aventura. Edición en la que además el premio festejaba un cuarto de siglo desde su creación. Y es que Carmen Samper, María R. Bajo, Ramón Portilla y Pati Blasco, que fueron los jurados, tuvieron que valorar 103 manuscritos hasta decidir por unanimidad que "Una ventana al bosque" se merecía ese reconocimiento.

"Cuando empecé a escribir el libro estaba transitando una noche oscura del alma, un momento interior complicado y en medio de esa vorágine me levanté, también en plena noche, y escribí un par de folios. La idea era sacar esos sentimientos fuera de mí y al hacerlo me di cuenta de que era y soy mucho más que lo malo que me estaba pasando en aquel momento", cuenta Velasco. Además, la novela bebe de los conocimientos botánicos de su autora que tiene varios años de experiencia a sus espaldas como monitora forestal, es decir, realizando sendas guiadas por el bosque, y que actualmente trabaja en el Museo Evaristo Valle de Gijón coordinando el departamento didáctico de naturaleza. "He estado vinculada con la naturaleza toda mi vida, pero desde hace aproximadamente 9 años decidí estudiar el ecosistema forestal de una manera más formal y a dedicarme en cuerpo y alma en ese ámbito", relata la autora.

"Soy la pequeña de nueve hermanos y todos amamos la naturaleza"

La relación de Velasco con la libertad de los bosques se remonta a su infancia, desde que los olores frescos del campo, el tacto rugoso de los árboles y el trino salvaje de los pájaros cautivasen su corazón. "Soy una gran amante de los bosques, en mi familia todos lo somos. Yo soy la pequeña de 9 hermanos y mis padres siempre nos han llevado mucho al monte, ellos tienen, bueno, tenían pies de barro y siempre nos hemos relacionado con la naturaleza de una forma muy libre, descubriéndola por nosotros mismos", confiesa Velasco. Es por ello que la novela está ubicada en un bosque real y la cabaña desde la que observar el bosque también existe. "Mientras yo escribía la novela me iba imaginariamente todo el tiempo a una ventana y a un bosque concretos. Sí es cierto que en algún punto yo enriquecí el texto y aporté recuerdos de algún otro bosque, pero en un 90 por ciento es un bosque del que estoy enamorada, al que he ido muchísimo y que conozco casi como si fuera la palma de mi mano", dice Velasco.

Un emplazamiento que la autora no quiere desvelar porque "nunca sabes la llamada que puedes llegar a hacer", pero del que sí desvela que se encuentra en "tierra de Oscos". "Es una tierra preciosa, llena de bosques maravillosos y a la que parece que cuesta que llegue la gente porque está un poco alejada", explica Velasco.

Noelia Velasco, con su novela "Una ventana al bosque".

Noelia Velasco, con su novela "Una ventana al bosque". / LNE

En "Una ventana al bosque" se combinan las dos pasiones de la autora; la botánica y la escritura. "Ha sido un proceso bellísimo, yo escribo desde pequeña y la gente me preguntaba ¿para cuándo un libro?, pero me parecía un proceso complejo", asegura Velasco que agradece especialmente el apoyo a su amiga Alicia Fernández, la primera persona que leyó el texto completo. "Ella hizo la primera corrección de la novela. Yo se la pasé para que me diese un ‘feedback’, por si le apetecía leerla y de paso que la revisase por si hubiese algunas faltas que se me hubiesen colado y que me ayudase a subsanar los errores porque además soy disléxica", expone Velasco, pero Fernández fue mucho más allá; "Mientras yo me descubría como autora ella se descubrió como correctora. Lo cierto es que la novela quedó de diez y ella incluso llegó a hacer un curso presencial de corrección ortotipográfica de dos meses y medio por el camino. Creo que eso ha formado parte de lo precioso que fue este proceso", rememora.

Una aventura que lejos de terminar comienza ahora con la presentación de la novela en distintas localidades de la región. Hoy la autora estará acompaña por Alicia Fernández en la librería Cervantes de Oviedo a las 19.00 horas y el próximo día 25 de enero la cita será en la librería La Buena Letra, en Gijón, a las 20.00 horas.

Esas dos son las fechas confirmadas, no obstante, la autora prevé ampliar lugares y fechas para presentar "Una ventana al bosque". "Me gustaría mucho hacer algo en Los Oscos, el lugar es bonito a rabiar y me haría mucha ilusión compartir esa pasión por la naturaleza con la gente, introduciendo la novela y haciendo después un recorrido por el bosque. Aunque para eso hace falta algo de tiempo, porque la época ideal sería a partir de marzo que es cuando empieza a despertar la primavera", vaticina Velasco.

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