La comisaria Leis, la única en la Policía en Asturias, lo tiene claro: "Las mujeres debemos estar en los órganos de dirección"

Participó en la investigación del 11M "sin pensar en dormir ni en comer" hasta descubrir el piso de Leganés en el que estaban los terroristas

Inmaculada Leis, primera comisaria de la Policía Nacional de Asturias: "En mi familia no había tradición policial, pero a mi siempre me atrajo"

Miki López

Marián Martínez

Marián Martínez

Inmaculada Rosario Leis Pena es la primera comisaria que tiene Avilés, su ciudad natal, y la única de Asturias. Licenciada en Magisterio por la Universidad de Oviedo, decidió opositar a la Policía Nacional, en la que ingresó en 1990 y donde ha desarrollado una exitosa carrera profesional en áreas como la lucha antiterrorista, información, y Policía Judicial. «En mi familia no había tradición policial, pero a mí siempre me atrajo. A mi hermano le encantaban las películas policiacas, pero a mí me llamaban la atención las mujeres que salían en ellas. Me gusta mucho el deporte, y vi que en la Policía podría combinar lo que me gustaba», relata en su despacho de la Comisaría de Avilés. En la puerta, una placa indica que es la estancia del «comisario jefe». Ya ha dado la orden de que la cambien para que figure en femenino. «Los detalles son importantes», apunta sonriendo.

La Policía Nacional cumple 200 años, y la cifra de comisarias y comisarias principales en España apenas supera el medio centenar. Y es que, aunque las mujeres empezaron a ingresar en el Cuerpo en 1979, fue a partir de 2018 cuando se registró un incremento de presencia femenina. «Crear la Oficina de Igualdad supuso un impulso enorme, porque sirvió para potenciar que estuviéramos en todos los ámbitos, que pudiéramos llegar a los órganos de dirección, a lo más alto. Es cierto que esta oficina tiene unas características específicas, porque es permanente en el organigrama, revisa las políticas y tiene contactos con otros organismos para que exista la verdadera igualdad entre hombres y mujeres, aunque en nuestro ADN está el principio de igualdad. Pero hay que potenciar esa cultura».

Inmaculada Leis asegura que no ha encontrado grandes dificultades en su exitosa carrera profesional, que incluye desde la lucha contra el terrorismo yihadista hasta el golpe a la mayor red de tráfico de cocaína en el Principado al frente de los 300 agentes de la Policía Judicial de la Jefatura Superior de Policía, su destino anterior al de situarse al frente de la comisaría avilesina.

Admite que en alguna ocasión sí ha sentido la inquietud por parte de algunos compañeros a la hora de presentarse para determinados puestos y ascensos. «Pero bueno, nada que no ocurra en todos los colectivos», afirma. Eso sí, también defiende con firmeza que «una se hace fuerte a base de trabajar y los compañeros te ven que haces lo mismo que ellos, y te respetan. También es verdad que hay que hacerse valer y creo que uno se tiene que saber imponer, en el sentido de dejar las cosas claras si hay alguien que se salta la línea».

Leis Pena desarrolló la mayor parte de su carrera profesional en Madrid, donde empezó, «porque allí hay muchas oportunidades y te da una visión general de lo que es la Policía porque vives muchas situaciones, y es donde están los organismos centrales». Una de esas situaciones fue el atentado del 11M, del que pronto se cumplirá el 20.º aniversario. «Participé en la investigación con la que conseguimos llegar al piso de Leganés. Veías la tragedia que se estaba viviendo y te faltaban horas en el día para investigar. No pensabas en dormir, ni en comer... sólo en que teníamos que seguir una línea de investigación y coordinarnos, porque éramos muchos investigando, y solo pensábamos en lo que había que hacer para conseguir los resultados. Fue muy importante haber llegado al piso, y todo aquello me marcó. Aquel atentado marcó la historia en España, y marcó a la Policía».

Las mujeres que participaban en aquellos años en la lucha antiterroristas eran «poquísimas, pero me encantó aquella etapa por lo mucho que aprendes, porque haces inteligencia, trabajas con servicios amigos, sabes que tu función es fundamental. El terrorismo hace mucho daño y ves la parte de lo que tú puedes evitar. Es una especialidad maravillosa», remarca la comisaria de Avilés.

Leis Pena no renuncia sin embargo a otras ramas, como la prevención del delito y la Policía Judicial, donde también vivió investigaciones que le dejaron huella, y «por supuesto» la protección a las víctimas de violencia de género, donde «hay investigación y protección, y se asesora a esas mujeres para que denuncien y abandonen a su maltratador. Las personas que trabajan en la Unidad Familiar son especialistas que saben cómo ayudarlas, y hay muchos organismos ahora para acompañarlas, aunque son ellas las que deben dar el paso y continuar avanzando con el proceso penal»,

En Avilés hay muy pocas mujeres policías, un 10% del total de la plantilla, una tasa inferior a la media regional, que es del 14% y ambas muy alejadas de la media nacional, que es del 18%. Así que uno de los mensajes de Inmaculada Leis es «invitar a más mujeres a que se incorporen». Y destaca algunas de las medidas adoptadas en los últimos tiempos para favorecer ese incremento de plantilla femenina en la Policía Nacional, como eliminar la estatura mínima y aumentar el numero de plazas por oposición libre para inspectoras. «Esto es importante, porque favorece que puedan aumentar el número de mujeres que acceden a puestos importantes». Otro factor positivo es que «hay muchas especialidades. Se puede cursar una carrera universitaria, presentarse a las oposiciones y encontrar acomodo en las muchas oportunidades que se ofrecen», remarca.

Este es el primer mensaje, pero hay otro igual o más importante para la comisaria. «Tenemos que seguir trabajando en todos los ámbitos para estar en los órganos de dirección, romper esa brecha y llegar a lo alto. Y las mujeres tenemos que creérnoslo. Y si a veces en nuestra vida personal pensamos que tenemos que renunciar a cosas, no es cierto, hay que delegar. Tenemos que tener claro que tenemos que estar en los órganos de dirección. ¿Por qué no una mujer presidente, una mujer directora adjunta operativa? Tenemos que ir hacia arriba, y hay que ser constante y no desanimarnos».

Debería ser una orden.

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