Lugones (Siero),

Lucas BLANCO

Para los vecinos de Lugones la excusa de la crisis ya no cuela. El enésimo descarte por parte del Gobierno regional de la construcción de una residencia pública de mayores en la localidad, una reivindicación que ya data de 1999, no ha sentado bien a unos vecinos que consideran muy necesario el servicio. Achacan la no construcción del inmueble a una falta de voluntad política.

Es el caso del joven vecino Carlos Javier Fraile, que tilda de «discriminación» el hecho de que otras localidades no tan alejadas y con menos población cuenten con un servicio de este tipo. No cree que ello obedezca a la falta de fondos para hacerla. «Si no hay dinero, ¿por qué están haciendo una residencia de este tipo en Avilés?», se pregunta Fraile, que opina que iniciativas como ésta «deberían ser prioritarias».

Otra vecina, Aurora Álvarez, aporta argumentos de peso por los cuales la Consejería de Bienestar Social del Principado de Asturias debería crear un centro de atención pública a mayores. «Hay mucha demanda, la gente tiene que guardar largas listas de espera y después irse fuera de Lugones en el mejor de los casos», explica Álvarez a la vez que advierte que esta situación se verá agravada en el futuro con el aumento de la población de la tercera edad.

De igual manera, Pilar Méndez sostiene que en estos temas no debería haber lugar a la discusión porque atañen al total de la población. «Todos seremos un día mayores, si tenemos suerte, y querremos la mejor atención», señala la lugonense, que considera que «es una pena que no podamos disfrutar de este servicio en Lugones».

Menos comprensivo se muestra Manuel Martínez, un vecino que no acepta la crisis como excusa y apunta a los políticos. «En los tiempos buenos tampoco hicieron nada», destaca un Martínez que dice tener la solución. «Si obligaran a los políticos corruptos a devolver todo el dinero se harían muchas cosas útiles como ésta», afirma indignado.

Otros como Vicente López creen muy necesario dar solución a esta carencia al haber padecido sus efectos en sus propias carnes. «Tuve que llevar a mi madre a una residencia a Llanera tras guardar una larga lista de espera», recuerda, al mismo tiempo que se muestra seguro de que una residencia pública en Lugones facilitaría el acceso a las plazas de residencia a «unas pensiones medias y bajas para las que el sector privado es inaccesible».

Por su parte, Anita García opina que la residencia es uno más de los servicios que o bien no llegan a Lugones o lo hacen con retraso. «Este pueblo siempre es el último a la hora de recibir los servicios públicos», denuncia la vecina, que dice que este hecho «no es más que otro ejemplo del abandono que sufre Lugones por parte de unos políticos que prefieren gastar el dinero en obras inútiles como el bulevar».

«¿Por qué hay dinero para hacer una residencia en otros sitios y aquí no?»

<Carlos Javier Fraile>

«Es una pena que no podamos disfrutar de este servicio público en la villa»

<Pilar Méndez>

«Tuve que llevar a mi madre a Llanera porque aquí no tenía ninguna opción»

<Vicente López>

«En este pueblo siempre solemos ir a la cola en cuanto a servicios públicos»

<Anita García>

«Hay mucha demanda de residencias, pero la gente tiene que irse a otros lugares»

<Aurora Álvarez>

«La crisis no es excusa; en tiempos de bonanza económica tampoco se hizo»

<Manuel Martínez>