"Cualquier día nos pica el lobo en casa" o "a la puerta los tenemos" son algunas de las frases que más se repiten en los últimos días de Santa Catalina (Pravia) tras el ataque a tres ovejas la semana pasada. El temor se avivó ayer con la muerte de otro animal. "Los vecinos están con miedo, hace una semana que trinchó tres ovejas y la gente está preocupada, como es normal, porque los tenemos por delante de casa", comentan.

El nuevo ataque se produjo en la madrugada del lunes y, por desgracia, las víctimas fueron de nuevo las ovejas de Miguel Ángel Martínez, en una finca frente al tanatorio, donde hay viviendas. "Fui al amanecer y estaban todas tumbadas y no las conté, fue luego cuando me di cuenta que una estaba muerta", comenta. El hombre llamó al servicio de guardería del Principado para dar parte de los hechos y dejó el cuerpo de la oveja en la finca "para que tengan algo que comer estos días porque si no, no me dejan ninguna".

Martínez ya se ha llevado al resto de ovejas a casa: "Estaba contento porque allí estaban bien, es un prao muy guapo y se ponían gordas, pero cada tres o cuatro días un disgusto de estos no merece la pena, encima ésta que estaba recién parida...", lamenta sin saber qué decisión tomar sobre el futuro de su pequeño rebaño, que utiliza para limpiar las fincas y por afición.

El último ataque ha dado alas al miedo que invade a los vecinos de Santa Catalina. Muchos ya empiezan a guardar el ganado e incluso los animales domésticos por el miedo al lobo. "Da repelús bajar la basura por la noche, se está saliendo de madre el tema y hay que hacer algo", señalan los residentes.

De momento, el Principado rechazó la semana pasada reconocer el ataque del lobo a las ovejas de Miguel Martínez, al no ser zona lobera declarada.