El estanco de Bimenes que mejor suena

Javier Montes convierte el negocio de venta de tabaco de su abuela en estudio de producción y punto de encuentro de los músicos de la zona

Por la izquierda, Javier Montes, Cristina Villarejo García y Marino Zarzuelo, en el Estudio-Estanco. | J. Q.

Por la izquierda, Javier Montes, Cristina Villarejo García y Marino Zarzuelo, en el Estudio-Estanco. | J. Q. / Julia Quince

Julia Quince

¿Qué tienen en común un estanco con un estudio de producción musical? En San Julián de Bimenes, el vínculo entre ambos comercios reside en la historia de un local que ha sobrevivido al paso del tiempo, cambiando su actividad de la venta de cigarrillos por la música en vivo: el Estudio-Estanco. El promotor de esta transformación es Javier Montes, cartero de profesión, músico y productor, quien ha sabido reinventar el negocio familiar que heredó de su abuela para formar parte de una red artística y musical que se está asentando en la zona.

Los músicos Ezequiel Cócaro, Jorge Garrido Vallina y Edna Free. | J. Q.

Los músicos Ezequiel Cócaro, Jorge Garrido Vallina y Edna Free. | J. Q. / Julia Quince

El origen de este histórico establecimiento data de 1942, cuando la abuela de Montes recibía como pensión vitalicia un estanco en la localidad de San Julián de Bimenes. Después de setenta y cinco años y tras tener que enfrentase a algunos inconvenientes ajenos a la gestión familiar, el estanco tuvo que echar el cierre en 2017, ya en manos de su nieto Javier.

Esta circunstancia no cortaría las alas de su propietario quien decidió al año siguiente darle una vuelta a su modelo de negocio y centrar su transformación en la música, tomándoselo como un "hobby": "Siempre he estado vinculado al mundo de la música porque formo parte de un grupo, ‘Los Maniseros’. Montamos este estudio porque en la zona hay bastante movimiento musical, hicimos una pequeña asociación de músicos y nos pusimos a grabar alguna cosa entre nosotros", relata.

El nombre de este local, no es casual. "Estudio-Estanco" es un claro homenaje a su historia, pero también mantiene un importante concepto con el que ya contaba antiguamente: "No solo era un estanco, sino el típico bar-tienda de los pueblos que servía como centro de reunión de la gente, algo que hemos querido trasladar al estudio", explica Montes. Ese espíritu de reunión ha convertido a este estudio de grabación en un espacio comunitario de encuentro social ligado al arte y la música: "Se está creando un tejido rural importante, una red de músicos que ayuda a atraer actividad a la zona para que no todo lo cultural se focalice en Oviedo y en Gijón. Nosotros queremos seguir esa línea", asegura.

Potenciar iniciativas que promuevan la actividad cultural y social en las zonas rurales es, en palabras de Montes, "muy necesario", sobre todo en pueblos que han sido fuertemente azotados por la crisis del covid-19: "A raíz de la pandemia el pueblo cambió bastante. Antes había cinco bares y ahora solo hay dos. Hay espacios que no están bien aprovechados, así que crear movimiento de este tipo anima a los vecinos", cuenta. Movimiento social y talento musical que impregnan la atmósfera de este local ahora, "llibre de humos".