La candasina Desirée Álvarez acudirá como árbitra de piragüismo a las Olimpiadas de París

La vicepresidenta de la Federación Española acaba de ser galardonada por el COE

Desirée Álvarez, en primer término, durante una competición, junto con su compañero de Singapur, Lee Wai Leong.

Desirée Álvarez, en primer término, durante una competición, junto con su compañero de Singapur, Lee Wai Leong. / R. A. G.-O.

Desirée Álvarez dio sus primeras paladas en su Candás natal bajo el escudo de Los Gorilas. Pero, como ocurre en muchos otros casos, los estudios la alejaron del agua. No así del piragüismo. "Siempre me había gustado el arbitraje", reconoce. Es por ello que hace veinte años decidió sacarse el título para poder ejercer, primero en el ámbito nacional, y, posteriormente, en el internacional. No se esperaba entonces, ni mucho menos, que con el paso de los años se acabaría convirtiendo en una de las figuras más importantes en esta materia, hasta el punto de conseguir la insignia del Comité Olímpico Español (COE) por su contribución al deporte.

"No me esperaba la insignia para nada. Sabía que me iban a proponer, pero me parecía algo muy difícil de conseguir. Estoy muy contenta, fue el mejor regalo de Reyes posible", reconoce la candasina, que este año estará presente en las Olimpiadas de París. "Me lo confirmaron, así que puedo decir que 2023 fue un año cargado de alegrías", dice.

Pero el camino no fue nada fácil. Desirée Álvarez comenzó a practicar piragüismo siguiendo la estela de su hermana Luisa, que había comenzado poco antes que ella. "Entonces, no teníamos muchos más deportes donde escoger, solo atletismo y piragüismo. Lo de correr nunca ha sido lo mío, así que no me quedó otra", recuerda. Su trayectoria como palista duró hasta los 18 años, logrando por el camino unos cuantos títulos a nivel regional, nacional e, incluso, internacional, como es la Regata Internacional de K-4 en Galicia y Sanabria.

Sus estudios en Información y Turismo en Oviedo la llevaron a tomar la decisión de abandonar la práctica deportiva, pero en 2004 volvió. Eso sí, como árbitra. Desde entonces, ha ejercido en infinidad de competiciones autonómicas y estatales, mientras que a nivel internacional se dedica a las especialidades de sprint, maratón y kayak de mar. Por si fuera poco, en 2021 fue nombrada vicepresidenta de la Real Federación Española de Piragüismo y presidenta del Comité Técnico Nacional de Árbitros.

"Ser árbitro es complicado, estamos mal vistos. La culpa siempre es nuestra, solo hace falta ver el fútbol", lamenta. Es por eso que, para ella, es fundamental "trabajar con honestidad, ser imparcial y buscar la igualdad". "Si lo haces, al final vas cogiendo un nombre y ganando respeto, pero cuesta", reconoce. Y más siendo mujer. La candasina ha sufrido a lo largo de su trayectoria varios problemas por este motivo, aunque hoy se enorgullece de poder decir en voz alta que "en piragüismo somos más los árbitros internacionales mujeres que hombres".

Su próximo reto serán las Olimpiadas de París, a las que acudirá como alineadora. Es decir, se encargará de valorar y analizar las embarcaciones antes de la salida. "Lo más importante es saber cómo funciona todo y conocer bien la normativa. Haber acudido previamente a campeonatos del mundo también se valora", explica. Este año, además, uno de los objetivos a la hora de conformar la plantilla de árbitros era lograr una igualdad entre hombres y mujeres. Aunque, insiste, "es fundamental ser justa e imparcial". Se trata de principios que Álvarez lleva por bandera y de los que volverá a hacer gala, una vez más, llevando el nombre de Candás a París 2024.