"Un policía no se desplaza en moto durante su trabajo sino que realiza su trabajo subido a una moto". Sobre esta premisa de Alfredo Cachero, director de la Escuela Motociclista de Asturias, un grupo de policías de Avilés realizaron un curso de conducción en las instalaciones del circuido de Cisvial, que gestiona el Langreo Motor Club.
Cuando una persona aprueba las oposiciones para Policía Local tan solo le piden tener el carnet "pero eso no es suficiente para tener un buen manejo de la moto", explica Cachero. Por eso los policías avilesinos se han trasladado a Langreo para lograr "ese dominio instintivo" que necesitan en su trabajo. En el curso, de 20 horas de duración y centrado en la práctica aunque también con parte teórica, se les han enseñando conducción defensiva y ofensiva. Cachero insiste en que "llevar una moto es mucho más peligroso que conducir un coche porque no hay carrocería que nos proteja", por eso hay que saber "defenderse". La conducción ofensiva, sin embargo, está destinada "a momentos de urgencia".
Los policías aprendieron en las instalaciones langreanas a utilizar correctamente los frenos, a hacer frenadas de emergencia y distintas técnicas de trazado de curvas.
"Aunque este curso intensivo da prioridad a la parte práctica, porque 20 horas parecen muchas pero no lo son, también se trabajan aspectos teóricos", apunta el responsable de la formación. Además, señala Cachero, "se les entrega un manual y documentación variada para que puedan seguir trabajando algunas cuestiones".
Además de salir de las instalaciones langreanas sabiendo pilotar un poco mejor, los policías tiene ahora más criterio sobre el estado correcto de la moto y el equipamiento que utilizan. "La normativa sobre equipamiento cambió el 2017 y eso hay que tenerlo muy en cuenta", recuerda el experto.
Los responsables de las instalaciones aprovecharon para reivindicar el equipamiento recordando que en ocasiones se hacen este tipo de cursos en lugares no indicados.
