Una partida de 10,8 millones de fondos europeos permitirá instalar pantallas antirruido en la autovía a su paso por Mieres

La actuación, pospuesta durante tres décadas, abarcará el tramo comprendido entre Ablaña y Ujo, con casi 8 kilómetros

La travesía urbana de la autovía a su paso por Mieres.

La travesía urbana de la autovía a su paso por Mieres. / FERNANDO GEIJO

El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) acometerá finalmente la largamente esperada insonorización de la autovía A-66 a su paso por Mieres. La Dirección General de Carreteras ha publicado un contrato relativo a las actuaciones contra el ruido en la calzada que se extenderá entre los kilómetros 46, 1 y el 53, 8. Más claro, entre Ablaña y Ujo. La instalación de pantallas de protección a lo largo de estos casi 8 kilómetros conllevan un «valor estimado» del contrato de 10.839.343,55 euros. El coste está financiado por la Unión Europea ( Next Generation). El plazo de presentación de ofertas permanecerá abierto hasta el 11 de enero.

Más de treinta años han tenido que esperar los vecinos de las zonas urbanas anexas a la autovía para ver confirmado un proyecto que se ha venido posponiendo sucesivamente desde la apertura de la autovía, a principios de los noventa. «Esta actuación responde a un trabajo coordinado de muchos años entre el Ayuntamiento y los colectivos afectados, constituidos en una plataforma que lleva lustros reclamando el proyecto», señaló ayer Manuel Ángel Álvarez, vicealcalde de Mieres. El gobierno local aún no conoce los detalles de la actuación, pero da por bueno su desarrollo: «Aun llegando tarde, es una actuación muy necesaria y esperada».

La insonorización de la autovía a su paso por Mieres se ha hecho esperar mucho tiempo, pero al final la cobertura tendrá un alcance notable, desde Ablaña hasta Ujo. Pese a los 10,8 millones de euros adjudicados al proyecto, el movimiento vecinal no está del todo satisfecho: «Ls estudios que se realizaron en su momento sospechamos que se van a quedar cortos», explica Arsenio Díaz Marentes. El presidente de la Agrupación Vecinal de Mieres recalca que a la espera de conocer los detalles del proyecto, la zona que demanda con más urgencia la insonorización se localiza entre el barrio de San Pedro y Santullano. Es decir, la travesía puramente urbana de Mieres. «Hay familias que llevan mucho tiempo viviendo un infierno». 

El recorrido de la autovía A-66 por la comarca del Caudal entró en servicio en 1993, con la inauguración de los túneles del Padrún, la obra de mayor magnitud. Muchas de las viviendas que se encuentran junto la calzada -en medio se encuentra, además, el trazado de Feve hasta Collanzo, en Aller- son mucho más antiguas. «Los barrios estaban ahí mucho antes de que se construyera la autovía y que no se contemplase la insonorización desde un primer momento es algo inaceptable», subrayan los portavoces vecinales. 

Presión vecinal

La presión del Ayuntamiento de Mieres para lograr la insonorización de la autovía se intensificó en 2005, cuando comenzaron a mandarse escritos al Ministerio. Desde entonces las reclamaciones no han parado de sucederse. A lo largo de los últimos veinte años el movimiento vecinal ha convocado movilizaciones y protestas de manera recurrente. Y es que la travesía urbana de la autovía A-66 a su paso por Mieres es –junto a la SE-30 en Sevilla, la M-40 en Madrid y la autopista Costa del Sol– uno de los cuatro punto de la red nacional de carreteras más afectados por la contaminación acústica, según estableció el Defensor del Pueblo en 2016.

Suscríbete para seguir leyendo