La Villa, barrio fundacional de Mieres, contabiliza más de 400 inmuebles vacíos: "Esto hay que pararlo"

Los vecinos reclaman la intervención de las administraciones para frenar el "éxodo" de los jóvenes

Jamín García, José Antonio Rubio y Manuel Prado.

Jamín García, José Antonio Rubio y Manuel Prado. / C. M. Basteiro

Comunidad a comunidad y calle a calle. La asociación de vecinos de La Villa, barrio fundacional de Mieres, ha hecho un inventario con los inmuebles actualmente vacíos. Un total de 414; sumando casas, pisos, bares y bajos comerciales. "Es un éxodo en toda regla, especialmente entre los más jóvenes", claman desde la entidad. Es por eso que piden a las administraciones que intervengan con políticas que favorezcan el empleo y el acceso a la vivienda en el concejo: "Esto hay que frenarlo".

El presidente de la entidad, Manuel Prado, y el tesorero, José Antonio Rubio, fueron los encargados de recorrer el barrio y ponerse en contacto con las comunidades para hacer el inventario. "Queremos dejar claro que es un estudio hecho por alto, seguro que en profundidad el resultado sería aún más alarmante", apunta Prado. Hay 233 pisos o casas cerrados, donde ya no vive nadie. Bien porque sus propietarios se han trasladado, han fallecido o han sido embargados. Están cerrados, o sin uso, 135 bajos comerciales. Contabilizan 46 bares que ya no tienen actividad.

Las calles

"Hemos recorrido todo el barrio de La Villa, las calles que originariamente fueron incluidas en esta zona", apunta el presidente. Desde el límite de la calle La Vega hasta Barredo, limitando al oeste con la calle Valeriano Miranda. Hay una peculiaridad en el barrio que preocupa especialmente a los vecinos: "Se trata de un rincón que puede parecer escondido, y esto puede lugar a problemas como el 'trapicheo' o la okupación", apunta José Antonio Rubio. Y añade que "la situación de los jóvenes en el municipio es muy difícil; las políticas tendrían que centrarse más en ellos".

No se refieren al ocio, sino al empleo y la vivienda. Es fundamental, destacó Rubio, "generar puestos de trabajo estable y apostar por sectores con futuro". Añade Manuel Prado que "no entendemos que sea necesario construir vivienda nueva con esta cantidad de pisos que tenemos cerrados. El dinero de los contribuyentes debería dedicarse a la reparación de estos inmuebles para luego ofertarlos a los jóvenes en unas condiciones que se adapten a su perfil". Esta propuesta también está sobre la mesa de la Agrupación Vecinal de Mieres y el Ayuntamiento ha requerido al Principado la adquisición de los pisos cerrados en el concejo. El Gobierno autonómico lleva, recordaron, doce años sin promociones de vivienda pública en el municipio.

"Es una lástima que el barrio fundacional de Mieres esté en estas condiciones", lamentó Prado. No solo le preocupan los pisos vacíos, sino que reiteró una serie de reclamación que llevan haciendo al Ayuntamiento en los últimos meses. Una de ellas, aparentemente sencilla, es la limpieza de las luminarias del barrio. "Tienen una capa de polvo que no deja ni pasar la luz, es un atentado contra la eficiencia energética", apunta Rubio. También llamaron la atención sobre la basura en algunas zonas concretas del barrio, en las que los jóvenes se reúnen para beber.

Y los inmuebles en ruinas. Según Prado, "apostamos por una política como la que se hizo en Oviedo, durante el mandato de Gabino de Lorenzo". Se trata de la aprobación de una ordenanza que acelere el derribo de las construcciones en mal estado, para proceder después a la reclamación del pago por parte de los propietarios. Este modelo subsidiario ya está en marcha en el Ayuntamiento de Mieres -se demolieron, de hecho, varios edificios en La Villa y en Requejo-. Pero los trámites burocráticos, según la asociación vecinal, "eterniza" las actuaciones.

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