El adiós al alcalde más querido

Multitudinario tributo póstumo a Aníbal Vázquez, alcalde de Mieres, un político "irrepetible" y "un paisano"

Miles de vecinos desfilan ante el féretro en la capilla ardiente del Ayuntamiento y ofrecen una imagen histórica de consenso sobre la figura de Aníbal Vázquez

Andrés Velasco

Andrés Velasco

En tiempos en los que la comunicación no verbal se analiza con precisión de cirujano, la que a lo largo de este lunes mostró el pueblo de Mieres evidenciaba una profunda tristeza. Lágrimas, abrazos, apenados rostros de vecinos y vecinas que desde primera hora de la mañana acudían a dar su último adiós a Aníbal Vázquez, su alcalde, el alcalde de todos. Porque no solo mierenses, sino también personalidades de toda la región se acercaron a la capilla ardiente instalada en el Ayuntamiento para despedirse del "paisano", del amigo, de la forma fraternal en que a muchos se dirigía en vida el regidor: "hermano".

No hacían falta palabras para describir el profundo pesar de los mierenses. Hombres grandes como robles rotos en llanto al pasar delante del féretro y asumir que Aníbal no volverá. Y no lo hará porque era una persona "irrepetible". Mujeres sosteniéndose en pie a duras penas ante el sincero dolor por la pérdida de tan cercano alcalde, del amigo.

Lo que Mieres está viviendo estos días, lo que Aníbal Vázquez ha provocado, es un momento, aunque triste, histórico. En algunos de los numerosos corrillos que se iban formando en la plaza del Ayuntamiento al salir o entrar a despedirse del regidor, se comentaba, en palabras del especialista en la historia del concejo y colaborador de LA NUEVA ESPAÑA, Ernesto Burgos, se comentaba que desde el funeral de Manuel Llaneza, en 1931, "no se ha visto nada igual". Una muestra tan masiva de cariño, respeto y admiración se dirigía a una persona que no solo supo ganarse el aprecio de la mayoría, sino que lo hizo de forma natural y espontánea. Así era Aníbal.

Y aún falta la gran despedida, el acto solemneque se celebrará hoy al mediodía en la plaza del Ayuntamiento. Hasta ese lugar conducirán a hombros el féretro, y allí hablará el presidente del Principado, Adrián Barbón; el Vicealcalde y mano derecha de Aníbal durante más de una década, Manuel Ángel Álvarez; y la Coordinadora General de IU en Mieres, Beatriz González, desgarrada por dentro desde que su amigo falleciese. A continuación está previsto un pequeño paseíllo a hombros con el ataúd de Aníbal hasta el coche fúnebre, que esperará en la carretera para encaminar el trecho hasta el tanatorio de Mieres, donde los restos mortales serán incinerados.

Mientras tanto, miles de mierenses lhabrán desfilado respetuosos por la capilla ardiente. "De haber puesto un contador de visitas, no se hubiera dado abasto", comentaban en uno de los corrillos de la plaza.

Condolencias

Mientras los vecinos de Mieres y alguna que otra autoridad llegaba para despedirse de Aníbal y manifestar condolencias a sus familiares, los de sangre y los de la política, tampoco cesaban de llegar ramos de flores, coronas y centros. Desde los colegios del concejo hasta establecimientos privados, pasando por compañeros de sindicatos, partido, o asociaciones en las que militó o a las que siempre ayudó cuando le necesitaron.

Para la gente que no le conociera, la trascendencia de la figura de Aníbal Vázquez como referente político y humano quedó patente en cada uno de los gestos que se fueron produciendo durante toda la jornada. En ocasiones, para definir a una persona no hace falta pronunciar ni una sola palabra.

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