Despliegue policial para intentar detener los saqueos en el viejo hospital de Mieres

Agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil inspeccionan el edificio, cuya dimensión (20.725 metros cuadrados) facilita la acción de los cacos

Tres coches patrulla, en los accesos al viejo hospital de Murias. | D. M.

Tres coches patrulla, en los accesos al viejo hospital de Murias. | D. M. / David Montañés

La Policía Local y la Guardia Civil han intensificado la vigilancia sobre las instalaciones del antiguo hospital comarcal de Murias, sin actividad desde 2014. El persistente saqueo que han sufrido las viejas dependencias sanitarias a lo largo de los últimos años no ha podido ser erradicado con las medidas adoptadas, primero con cámaras de vigilancia y, luego, con el vallado perimetral del inmueble y cierre de los accesos. Los vecinos son testigos del imparable deterioro del equipamiento. Durante los últimos días, demandaron presencia policial al percibir la presencia de personas sospechosas en los alrededores.

Dos patrullas de la Policía Local y una de la Guardia Civil inspeccionaron este pasado fin de semana las dependencias del antiguo hospital comarcal de Mieres tras ser solicitada su intervención por los vecinos de Murias. Los agentes reconocieron el entorno del viejo centro sanitario, así como varias zonas de la planta baja. No encontraron rastro de los cacos, como viene siendo habitual cada vez que acuden al centro. «Es un edificio enorme, con muchos recovecos y habitaciones, por lo que sería necesaria unas actuaciones de varias horas y con más efectivos para encontrar a alguien escondido dentro», señalan los vecinos. En Murias apuntan que es muy posible que a lo largo de la última década haya habido «okupas» residiendo en el inmueble que, al mismo tiempo, lo saqueaban.

El antiguo hospital de Murias tiene 20.725 metros cuadrados. Durante décadas, fue el centro de referencia para el área sanitaria de la comarca (nombrada área sanitaria VII). Quedó vacío en mayo de 2014. En 2018, tras retirar el Principado al personal de seguridad asignado al espacio, se instaló un cierre perimetral y cámaras de seguridad. La medida contuvo inicialmente a los cacos, que finalmente tomaron hace ya tiempo el equipamiento al asalto.

La valla que cierra el acceso a los terrenos del antiguo hospital fue el primer obstáculo que los asaltantes suprimieron a la brava, arrancando de cuajo la verja. Luego hicieron lo mismo con la puerta del cierre perimetral, ya en la explanada del edificio, que se encuentra en una pequeña loma que sobrevuela la carretera de Santo Emiliano, a un kilómetro del casco urbano. Con el acceso libre para los vehículos, saquearon el interior del edificio, hasta que se colocaron pivotes de cemento cortando el paso. Tal ha sido la voracidad de los ladrones que incluso han accedido al equipamiento de alta tensión que Viesgo tiene junto al inmueble ahora en desuso. Forzaron las puertas y se llevaron equipos sin apenas valor: «Han sido unos inconscientes, ya que han puesto su vida en grave peligro. Es un milagro que nos les haya sucedido nada», explicaron a este diario hace meses responsables del mantenimiento de la instalación.

Los vecinos

El viejo hospital pronto cumplirá diez años desde que cerrase sus puertas tras el traslado de la actividad sanitaria a Santullano. Desde entonces, el movimiento vecinal del valle de San Juan viene demandado, sin éxito, un proyecto de uso para las instalaciones. La Coordinadora «L’Agüeria San Xuan ¡también existe!» plantea tres posibles medidas: dar un nuevo uso al edificio, que se subaste o, en última instancia, que se derribe si se considera inviable sacarle rendimiento. Lo ideal para el movimiento vecinal es que el viejo hospital vuelva a albergar algún tipo de actividad. De momento, la Agrupación Vecinal de Mieres ha propuesto en varias ocasiones el desarrollo de un proyecto de pisos tutelados. Se han puesto sobre la mesa otras iniciativas.