Al Alimerka Oviedo Baloncesto le da vértigo: planta cara en la primer parte pero cae con claridad ante el líder Andorra (79-60)

Thorir Thorbjarnarson, del Oviedo Baloncesto, trata de hacerse con el balón ante Juan Rubio, del Andorra. |

Thorir Thorbjarnarson, del Oviedo Baloncesto, trata de hacerse con el balón ante Juan Rubio, del Andorra. | / Morabanc Andorra

Antonio Lorca

Antonio Lorca

Morabanc Andorra, 79-Alimerka Oviedo, 60

Cuartos: 22-24; 15-15; 24-11; 18-10

Árbitros: Sandra Sánchez, Eric Carrera y Alejandro Benavente. Sin exclusiones

Pavelló de Govern de Andorra La Vella: Buena entrada.

Andorra está demasiado alto para el Alimerka Oviedo, que acabó perdiendo con claridad en su visita a la cancha del líder, que sigue invicto en su campo. Y eso que el equipo de Trifón Poch salió dispuesto a hacer cumbre en la que quizás sea la cima más complicada de la LEB Oro, pero el que manda allí, Natxo Lezkano, que entrenó al OCB las tres pasadas temporadas y que en la actual ha asumido el reto de devolver al equipo andorrano a la ACB, no estaba dispuesto a dejarse sorprender por un Oviedo que, en cualquier caso, sigue dando señales positivas, también con una derrota que al final fue más abultada (79-60) de lo que el partido reflejó. Si bien, el OCB volvió a sufrir demasiado cuando su quinteto titular dejó paso a los hombres de banquillo, con mucho protagonismo para Chuso González, siempre muy activo y no en todas las ocasiones para bien. A pesar de la derrota, el equipo asturiano sigue fuera de los puestos de descenso.

Los mejor del OCB fueron los primeros compases del primer cuarto, en los que jugó algunos de los mejores minutos que ha protagonizado esta temporada, con un inspirado Peñarroya a los mandos y con el quinteto que ya toda la afición del OCB se sabe de memoria –Peñarroya, Crouch, LeCesne, Pruitt y Oliver Arteaga–. Durante varios minutos, el equipo de Poch dio la sensación de estar pasando por encima del que hasta ahora es el mejor equipo de la competición.

La puesta en escena fue, sobre todo, muy seria, con un equipo que sabía a lo que jugaba, que defendía con criterio y que, esta vez sí, tuvo acierto exterior, circunstancia que hace sumar muchos enteros al Alimerka Oviedo. Precisamente un triple de Pruitt fue el que puso la mayor diferencia de los visitantes en el primer cuarto (8-20), cuando quedaban 3.48 para que concluyera. Pero la irrupción de Felipe dos Anjos, exjugador del OCB, resucitó al conjunto andorrano, que empezó a ser muy superior en el rebote y a anotar con facilidad bajo el aro. Lezkano, actual entrenador de Andorra, supo dar con la tecla y buscar los puntos débiles de su rival para frenar el gran inicio del conjunto asturiano.

El buen hacer del equipo asturiano se mantuvo en el segundo cuarto, pero ya el partido estaba más donde quería Lezkano que donde quería Poch. Un Dos Anjos imperial dominó el juego interior y los problemas en el rebote volvieron a lastrar a un OCB que ya no anotaba con tanta alegría como en el primer cuarto. Aun así, la calidad de jugadores como LeCesne y, sobre todo, Romeo Crouch permitieron al conjunto carbayón mantenerse con una renta de dos puntos (37-39) para el segundo tiempo.

Pero ahí se acabó todo. Un parcial de 8-0 de salida empezó a aclarar las cosas para un equipo local en el que el puesto de base lo pueden ocupar jugadores de tanto nivel como Speight (otro exjugador del OCB), Rafa Luz (jugó más de una década en la ACB) o Schreiner (habitual en los mejores equipos de esta categoría). Quizás al OCB le pesó el escenario y el talento del rival y dejó de jugar con el desparpajo y la seriedad de los primeros minutos. El partido, además, entró en una fase diferente, con más errores que dejaron en evidencia los problemas en el rebote del conjunto de Trifón Poch. Una ventaja de 11 puntos (61-50) para Andorra en casa en el tercer cuarto es prácticamente insalvable y, aunque el OCB no le perdió nunca la cara al partido, todo fue cayendo por su propio peso. Vendrán batallas más propicias para el OCB, sobre todo en casa, donde tiene que hacerse fuerte si quiere coger distancia con la zona roja.

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