La historia de Ainhoa Etxeberria: se examina del MIR mientras sus compañeras tienen un encuentro clave

La jugadora del Lobas Oviedo tiene la prueba más importante de su carrera a la vez que su equipo, líder de División de Honor Oro, se mide al segundo clasificado

Ainhoa Etxeberria

Ainhoa Etxeberria / FERNANDO RODRIGUEZ

Noé Menéndez

Ainhoa Etxeberria está ante uno de los duelos más importantes de su carrera. No, no se trata de una final de Liga o de Copa de Europa, ni de un encuentro clave para su Lobas, equipo del que forma parte. La pivote vasca se enfrenta este sábado al examen MIR (Médico Interno Residente) a la vez que el conjunto ovetense se mide en Sagunto al Morvedre, partido entre primeras y segundas de la División de Honor Oro femenina. "Aunque tenga el examen voy a estar muy pendiente de ellas. Ya he avisado a mis padres de que cuando salga del examen quiero saber cómo van", confiesa Etxeberria, que está deseando terminar la prueba para despejar su mente y poder pensar en sus compañeras.

"Llegué a Oviedo en junio y el balonmano ha sido mi salvación", reconoce la pivote, que tuvo que dejar su San Sebastián natal para aterrizar en Asturias en busca de una plaza como médica residente. "Para mi el balonmano es lo mejor. Llevo más de diez años ligada a él y es mi método para distraerme y dejar de pensar en los apuntes", explica la donostiarra, que durante los meses en los que el Lobas no competía "estuve a punto de volverme loca". Su horario lo confirma. Se levanta a las 6.30 horas y hasta las 14.00 estudia. Tras parar para comer, luego tiene tres horas de clases y, tras los entrenamientos, vuelve a repasar hasta que llega la hora de dormir. "El balonmano me sirve para salir de la rutina y para cambiar de aires. Iba al gimnasio, pero no es lo mismo. Necesitaba esa dinámica de equipo", señala.

Al principio su madre no estaba de acuerdo con la decisión de unirse al Lobas, ya que consideraba que podría perjudicarle a la hora de estudiar, pero Etxeberria lo tenía claro. "Ella prefería que me centrase exclusivamente en el MIR. Vengo de estar en el Bera Bera, las actuales campeonas de Liga, con lo que eso conlleva de viajes, nivel de entrenamientos y demás. Le dije que aquí solo iba a ir a los entrenamientos, pero al final me hicieron ficha y no lo pude evitar", relata la jugadora vasca, muy agradecida con las facilidades que le han puesto desde el Lobas Oviedo. Para ella, poder formar parte de la dinámica del equipo ha sido clave a la hora de afrontar las horas de estudio. "La primera vez que no pensé en el MIR fue en un amistoso de la Copa de Asturias ante el Balonmano Siero. Necesitaba algo así. Durante esas dos horas mi cabeza solo estaba con el balonmano y fue una liberación", afirma la jugadora del conjunto ovetense.

Aunque la diferencia entre el Bera Bera y el Lobas es grande, Etxeberria agradece el cambio, ya que ahora sus miras están puestas en el MIR. "Ahora mismo el balonmano es para evadirme, no estoy siendo tan exigente. Me gusta estar en mi mejor nivel, pero ahora mismo toda esa autoexigencia está puesta en el MIR", señala la jugadora, que aunque nota el contraste en el nivel, no se ha parado a pensar en ello, ya que ella se centra en pasarlo bien.

El sábado a las 15.00 horas Etxeberria tiene que estar en la Facultad de Derecho de El Cristo, donde se enfrenta a un examen de más de cuatro horas de duración que marcará su futuro. "Espero aprobar, tengo muchas ganas de quitarlo de delante. Son muchos meses estudiando y solo quiero que pase ya la fecha del examen. Que salga lo que tenga que salir. Espero conseguir la nota necesaria para ir a un sitio que me haga feliz", desea la pivote, que, aunque se está jugando su futuro, no va a poder evitar estar pendiente de sus compañeras. "Ojalá el partido fuera aquí. Mis padres van a venir a apoyarme durante el examen y ya les he dicho que cuando salga les quiero con el móvil para que me digan que va el partido. Estoy deseando terminar el examen para ponerme con el Lobas", sentencia.

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