El final feliz de "un cuento triste": la espectacular historia de superación de Kini Carrasco

Kini Carrasco, que perdió de joven un brazo en un accidente de moto, quiere cerrar su carrera como atleta paralímpico en París: "Para mí sería un sueño volver a vivir una experiencia así"

Kini Carrasco

Kini Carrasco / N. M.

Noé Menéndez

Noé Menéndez

El 30 de enero de 1985 la vida de Kini Carrasco dio un vuelco. Estaba yendo a pescar en moto junto a un amigo. Nada hacía presagiar lo que estaba a punto de pasar. De repente, un coche que trataba de adelantar le arrolló. "Cuando fui a apoyar las dos manos para levantarme me di cuenta de que me faltaba un brazo. Mi cabeza no lo podía ni asimilar", recuerda el cacereño. En aquel momento nunca se llegó a imaginar todo lo que iba a conseguir. Tras dejar el baloncesto, empezó a competir en atletismo, lo que le ha llevado a estar en tres Juegos Paralímpicos (Barcelona, Seúl y Sídney) y ahora sueña con cerrar su carrera deportiva compitiendo en triatlón en los juegos de París.

"Mi vida es un cuento triste, porque está marcado por una tragedia, pero también un cuento feliz porque he sabido transformarlo en algo muy bonito", afirma el atleta, que hoy participa en el campeonato de España de Duatlón organizado en Avilés.

"Antes del accidente jugaba al baloncesto y después de lo ocurrido seguí jugando con mis amigos. Cuando íbamos a alguna cancha la gente flipaba al verme de tirantes y con un solo brazo", bromea Carrasco, que muestra un gran sentido del humor a la hora de hablar de su vida. El extremeño estuvo unos años vinculado al Cáceres de baloncesto, ya que les realizaba la preparación física, pero lo que él practicaba era atletismo. "Cuando tuve el accidente me mandaron una carta contándome que había una serie de deportes que podía practicar. Empecé a entrenar atletismo y a los dos años gané un campeonato de España y a los tres hice la mínima para ir a los Juegos", recuerda.

No fue hasta 2009 cuando el duatlón y el triatlón llegaron a su vida. "Me llamó la atención, como un reto más, y decidí probar. Para mí era un reto nadar y subir a la bici. Empecé y vi que se me daba bien, lo que acabó de engancharme", relata el extremeño, con la mirada puesta en París: "Ahora mismo estoy octavo en la lista de diez que van a ir, pero todavía puede haber movimientos. Para mí sería un sueño, volver 24 años después a vivir una experiencia así, con 59 y en una modalidad diferente, creo que sería increíble".

Visita a colegios

Carrasco ha aprovechado su visita a Avilés para enseñar su historia en los colegios. "Dependiendo de la edad les cuento mi vida de una manera u otra, pero la verdad es que se quedan impresionados. Los más pequeños lo que prefieren es ver el muñón, pero los que tienen algún año más se interesan por todo lo que me ha pasado", explica el extremeño, que sirve como ejemplo para normalizar vivencias como la suya. "Al final es algo natural, le puede pasar a cualquiera. Si mi vida sirve para tratar las cosas con más naturalizad, yo encantado", sentencia antes de prepararse para su reto del fin de semana, triunfar en el Duatlón de Avilés.

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