Un análisis de la temporada del Alimerka Oviedo Baloncesto en la LEB Oro: Un proyecto para crecer

El equipo asturiano ha cumplido el objetivo de salvarse con una plantilla joven, con margen de mejora, que siempre ha creído en Javi Rodríguez

Javi Rodríguez da indicaciones a Demetric Horton. | Juan Plaza

Javi Rodríguez da indicaciones a Demetric Horton. | Juan Plaza / Antonio Lorca

Antonio Lorca

Antonio Lorca

Los resultados del Alimerka Oviedo Baloncesto, que aseguró el viernes la permanencia en la LEB Oro ganando por 91-92 al Valladolid en la prórroga, están por debajo de la imagen que ha ofrecido el equipo, del nivel de juego que ha alcanzado y, sobre todo, de las posibilidades de una plantilla equilibrada, joven y a la que quizás le ha faltado algún otro referente interior además de Marc Martí, sobre todo tras la salida de Rozitis, que no cuajó, y de la irregularidad de Hall Elisias, que se ha ido apagando con el paso de las jornadas. Hugo López ha podido paliar esa carencia solo en parte. Con todo, Javi Rodríguez, entrenador que tiene otros dos años de contrato, ha formado un grupo que tiene fe en él y que se adapta muy bien a su estilo, dinámico y aguerrido, un equipo del que a veces se apodera el caos pero en el que no se perdona la indolencia. Que este proyecto pudiera tener algo de continuidad sería una gran noticia.

Martí, un capitán a la medida de este grupo. El ala-pívot catalán ha logrado formar un grupo muy unido de una plantilla nueva. Solo él seguía del curso pasado. El "alcalde", como le llaman sus compañeros, a pesar de su experiencia y de sus cuatro años en Oviedo, tiene solo 26 años, lo que le convierte en un capitán joven, algo adecuado para este grupo. Además, Martí no solo aprendió de su antecesor, Oliver Arteaga, cómo llevar la capitanía, sino que ha seguido su legado en lo deportivo, creciendo como jugador y siendo una pieza fundamental, la más importante en el juego interior del equipo. Ha promediado 11,7 puntos, sin perderse ningún partido, algo clave para alguien que ha sufrido lesiones graves. Que tenga contrato con el OCB la próxima campaña es un primer paso determinante para dar continuidad al proyecto.

Dan Duscak, lo mejor está por llegar. El esloveno es el otro jugador que tiene contrato con el equipo carbayón la próxima temporada, lo que confirma que la dirección deportiva del OCB que encabeza Héctor Galán sabe bien lo que se hace. Quizás su final de curso no haya estado a la altura de otras fases de la temporada, pero desde luego ha evidenciado que tiene un margen de mejora enorme. Un director de juego inteligente, valiente en la toma de decisiones, que tuvo la mala suerte de lesionarse cuando mejor estaba. Tendrá que trabajar en su tiro exterior, en el que necesita más regularidad, pero a sus 21 años le sobra tiempo para evolucionar.

Josep Pérez, un genio con altos y bajos. El base valenciano, de 30 años, es un artista, con momentos de inspiración en los que demuestra que hay muy pocos como él en esta competición y otros en los que las cosas no le salen, se frustra y se equivoca. Tampoco ha tenido suerte con la lesión que sufrió en el campo del Betis y que le ha condicionado. A pesar de todo, ha aportado más de 8 puntos por partido y su participación ha sido clave para que el OCB siga en Oro.

Chapela, el refuerzo ideal. El gallego llegó a Oviedo cuando se juntaron los problemas físicos de Josep Pérez con las lesiones de Duscak y Amarante, ofreciendo un gran nivel desde el primer día. Un base solvente, que a sus 30 años conoce la liga y que, visto su rendimiento, es difícil de entender que estuviera sin equipo a principio de temporada. Es complicado pensar que le vuelva a suceder en la próxima. Para el OCB sería un lujo

Lobaco, ¡Qué bueno que volviste! En el caso de Raúl Lobaco, a la segunda fue la vencida. Tras una primera etapa en Oviedo en la que apenas tuvo minutos, el escolta zaragozano ha dado un paso adelante, aportando lanzamiento exterior y un gran trabajo defensivo. Tuvo un periodo malo, en el que se difuminó, pero volvió a lo grande, con grandes actuaciones y con un triple ganador ante el Clavijo que se quedará en la retina de la afición. Tiene 24 años y el club haría bien en intentar que siguiera en Oviedo.

Horton, otro diamante que empieza a brillar en el OCB. Vaya pedazo de jugador se ha sacado de la manga el OCB esta temporada con el estadounidense. Con sus despistes defensivos, con sus pérdidas en momentos decisivos de algunos encuentros, a este "rookie" estadounidense se le cae el talento por los costados. Un diamante que probablemente querrá poseer gente con más dinero del que disponen los ovetenses. Sus puntos han sido desde luego claves en la permanencia del Oviedo en Oro.

Francisco Amarante, poco pero bueno. Juzgar la temporada de Francisco Amarante es complicado porque empezó después, por una lesión, y acabó antes, por la misma razón. En el tiempo que estuvo a buen nivel, el portugués dejó cosas interesantes, un jugador polivalente, que puede dirigir el juego, que tiene amenaza exterior y que es capaz de defender a jugadores de muchas posiciones. Tiene 24 años y, si le respeta el físico, puede dar que hablar.

Mikel Sanz, un chico que lo tiene todo. Tiene un buen lanzamiento exterior, un físico privilegiado, defiende a gran nivel... Es difícil ponerle un pero a este alero guipuzcoano de 25 años, salvo quizás algo más de finura cuando va hacia el aro, donde es habitual verle fallar algunas canastas que parecen sencillas. Esta temporada ha sido básico en el OCB, donde ha dado un paso adelante en su carrera. Si nadie se interpone antes en el camino del equipo de Oviedo, es otra pieza que sería bueno mantener.

Robert Cosialls, mucho más de lo esperado. Cosialls llegó para entrenarse con el OCB y ha terminado siendo el pegamento de un equipo que hubiera sido peor sin él. Da igual que juegue cuatro minutos o veinte. Este ala-pívot versátil, trabajador y muy inteligente, rubricó ante el Leyma Coruña que, además de ser el rey de los intangibles, es un muy buen jugador de baloncesto. Otra pieza que a sus 26 años puede dar estabilidad al edificio que se ha empezado a construir.

Tanner Stuckman, ni mucho ni poco. El ala-pívot estadounidense, de 27 años, ha demostrado que tiene mucha amenaza exterior, pero, para ocupar plaza de extranjero, quizás le falta algo de físico para ser más contundente en la defensa interior y en el rebote. Un jugador sin duda interesante, fiable en los momentos importantes, pero que ha sido también algo irregular en su aportación.

Hugo López, un guerrero incansable. La llegada de Hugo López al OCB ha sumado rebote e intensidad defensiva. El madrileño, de tan solo 20 años, tiene que mejorar en la faceta ofensiva, donde le falta finura, pero es un guerrero que nunca se cansa de trabajar en beneficio del equipo. Un interior que confía ciegamente en Javi Rodríguez, con el que a lo mejor sería buena idea que siguiera creciendo.

Hall Elisias, muy lejos de lo que apuntaba. El pívot estadounidense con pasaporte haitiano apuntó muy alto en el inicio de la temporada y ha caído muy abajo conforme ha pasado el tiempo. Su físico le permite muchas cosas, pero en pocas ocasiones consigue que todo encaje, coger el tempo del partido tanto en defensa como en ataque. Su final de temporada deja dudas de si está al nivel de la competición.

Una plaza en EBA, en juego

El Grupo Covadonga y el Alimerka Oviedo se juegan hoy (12.30 horas) la final de Primera Nacional, que da una plaza en Liga EBA, después de que ayer eliminaran los gijoneses a la Atlética (76-57) y los ovetenses al Navia (74-70).

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