Un árbitro de Países Bajos, en otro tiempo Holanda, atraca a unos daneses en Wembley. Pedro Sánchez nos cuenta a todos lo prestoso que ye la carne al punto. Y Sergio Ramos aterriza en París despistado, con 21 millones asegurados para empezar a hablar y convencido de que ha elegido el mejor club para seguir ganando... títulos. ¡Que tiemble el tito Floren! Mejor no hacer cábalas, que en esto del “fúrgol” nunca se sabe, pero no parece que París mejore a Madrid. ¡Nada que ver los chuletones de una y otra capital!
Mientras, aquí en casa, el Tartiere pierde su apellido. Le ha durado poco a los azules el “naming” del estadio. ¿Habrá pasado por caja en tiempo y forma el patrocinador? ¿Ya tendrán don Federico y sus chicos sustituto para esta temporada? ¿Entrará en juego Tebas y ofrecerá uno de los que suele gestionar su Liga? Queda verano para ver cómo se resuelven estas y otras dudas en un club que busca su sitio después de la puesta en marcha de la política del retorno.
Pedro Sánchez nos cuenta a todos lo prestoso que ye la carne al punto. Y Sergio Ramos aterriza en París despistado, con 21 millones asegurados para empezar a hablar y convencido de que ha elegido el mejor club para seguir ganando... títulos
Mientras, a 28 kilómetros han pasado a la siguiente fase una vez apagado el furor por recuperar a talentos fugados. La zona abuhardillada ultima la “colocación” de Manu García donde más convenga, se espera por la llegada del Plan Marshall en forma de venta de Djuka y se va tocando aquí y allá para tapar los huecos necesarios. Hay que apuntalar el equipo de Gallego, que estudia cambios en el estilo de juego. Vuelve el público a El Molinón, poco amigo del tiqui taca entre los centrales y de la carne al punto. Aquí no hay término medio: o cruda o muy hecha.