Hay “caso Montiel” en la bendita casa azul, cuentan los que saben de esto. Pero todos tranquilos que no habrá sangre, y si la hay, no llegará al river. La cuestión a estas alturas es que ninguna de las partes quiere abrir la puerta de salida. Ganas por ambos bandos de hacerlo las hay, pero nadie se anima a dar el primer paso. Luego ya está eso de que si el chaval fue la gran apuesta de Rubén Reyes en el primer año de la doble “R” en la dirección deportiva y se quiere apurar hasta el final a ver si un día de los pocos que quedan explota y acaba convenciendo al Cuco.
Pero si se analiza la trayectoria del técnico vasco en el Oviedo, mucho tienen que cambiar las cosas para que Joni y José Ángel Z. acaben siendo amigos. Nada nuevo que no ocurra todos los años, a todas las horas y en todos los clubes del planeta “fúrgol”.
Por lo demás, en la planta noble azul un día hay nervios y se azuza al mayordomo del algodón para que lo deje todo en perfecto estado de revista ante la llegada inminente del patrón, como regresa la calma chicha, ya que con el virus descontrolado no son tiempos como para andar de avión en avión.
Y a todas estas, culebrón en Australia-orgullo anglosajón-Djokovic-antivacunas-nacionalismo serbio... Cóctel molotov. Preparen la unidad de quemados
Mientras, a 28 kilómetros, está por ver si el galleguismo como iglesia y Gallego como su pastor renacen de sus cenizas o pasarán a engrosar la larga lista de mártires y santos olvidados que acumula esa SAD llamada Sporting, Real. Y a todas estas, culebrón en Australia-orgullo anglosajón-Djokovic-antivacunas-nacionalismo serbio... Cóctel molotov. Preparen la unidad de quemados.
