En territorio comanche

La opinión sobre el Sporting y el Oviedo: Bienvenido, Míster Tebas

El Don ha dado su visto bueno al proceso diseñado por Orlegi para el Sporting. Bueno, a todo no, que lo de la operación 40-100-300 para El Molinón 2030 no le convence del todo. Reforma y modernización del campo, sí; ponerse a levantar el nuevo Santiago Bernabéu en la ribera del Piles, no

Javier Tebas y Alejandro Irarragorri, en la sala de prensa de Mareo.

Javier Tebas y Alejandro Irarragorri, en la sala de prensa de Mareo. / JUAN PLAZA

Pablo González

Pablo González

Visita de Javier Tebas a las dos joyas de la corona rojiblanca (El Molinón y Mareo). El Don del "fúrgol" patrio es de los que no se muerden la lengua, algo que presta en estos tiempos intoxicados por lo políticamente correcto hasta convertirnos a todos en niños de teta. Entre otras cosas, y mirando hacia el pasado, Tebas le dejó un recadito a su amigo Javier Fernández, que sigue disfrutando del descanso del guerrero entre Somió y Marbella después de muchos años de sinsabores.

Pero lo principal es que el Don ha dado su visto bueno al proceso diseñado por Orlegi para el Sporting. Bueno, a todo no, que lo de la operación 40-100-300 para El Molinón 2030 no le convence del todo. Reforma y modernización del campo, sí; ponerse a levantar el nuevo Santiago Bernabéu en la ribera del Piles, no. Así que habrá que ir pensando que lo de meter 300 kilos en el asunto, con Mundial o sin Mundial, igual es un bocado demasiado grande.

Y menos cuando la esperada financiación privada, la colaboración de las empresas con presencia en la madreñina, está siendo mucho, mucho menor de la esperada por el patrón mexicano, que debe de estar recibiendo respuestas muy parecidas allá donde pica a la puerta: "Si te doy a ti, también le tengo que dar al Oviedo… Y al Avilés, al Langreo…". Así que como no hay para todos, el asunto, al río.

Mientras, a 28 kilómetros, los del Almirante Cervera están viviendo una de sus semanas más tranquilas en los últimos tiempos después del triunfo en Las Palmas. El partido ante el Lugo puede suponer el penúltimo paso hacia la salvación, lo que abriría (otra vez) el melón sobre si el técnico debe ser el capitán, oh mi capitán, del Oviedo la próxima temporada.

En Pachuca el asunto genera debate, cuando no dudas, ya que el juego que propone Cervera no es de los que enamoran en México. Pero la temporada, la primera con los dos clubes asturianos en manos del capital azteca, ha dejado varias enseñanzas. Una, que hay que abrazar la mediocridad siempre que garantice puntos, que es lo que al final da de comer. Otra cosa es que el menú sea de máquina de vending de gasolinera, ¿oyisti, güey?

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