La opinión sobre la derrota (78-84) del Alimerka Oviedo Baloncesto: Día malo desde el principio

Mikel Sanz ante el Menorca

Mikel Sanz ante el Menorca / Miki López

Alberto Menéndez

Alberto Menéndez

Al Oviedo Baloncesto no le van los equipos que ocupan el farolillo rojo de la clasificación. Si hace unas semanas fue el Melilla el que llegando último ganaba en Pumarín, ayer fue el Hestia Menorca el que se llevó la victoria. Y con merecimiento. El conjunto insular dio más sensación de equipo durante todo el encuentro, pero, sobre todo, estuvo más acertado en el tiro que los carbayones, especialmente en los intentos de tres. Los menorquines acabaron con un 50 por ciento de efectividad, 12 de 24, mientras que los de casa se quedaron en 7 de 29. ¡Cómo ha cambiado el equipo en esta faceta desde el inicio de temporada!

Desde el principio del choque se vio que el Alimerka no estaba cómodo. Bueno, excepto los primeros minutos, en los que avasalló a sus contrincantes. Pero a partir de un tiempo muerto del Hestia, pedido cuando no iban ni dos minutos de la confrontación, todo cambió. En ello tuvo mucho que ver el balear Demers, con tres canastas seguidas de tres puntos en el primer cuarto. Los azules ponian ganas, y durante algunos minutos cierta brillantez en ataque, pero a diferencia de lo sucedido en los tres anteriores partidos se mostraron, casi desde el pitido inicial, incapaces de frenar el juego ofensivo de los menorquines, que en la primera parte machacaron el aro de los asturianos sobre todo desde la media y la larga distancia, y tras el descanso fundamentalmente aprovechando el juego de sus hombres altos en la zona. El Hestia, por lo visto ayer en Oviedo, da la sensación de tener equipo más que suficiente para estar más arriba en la clasificación.

A algunos jugadores del equipo carbayón se les vio como sin fuerza en algunas fases del partido. Sobre todo a Elisias, desconocido tanto en defensa como en ataque. Lo cierto es que fue duda hasta minutos antes del choque. Pero es que también estuvo irreconocible otro de los estandartes del Oviedo esta temporada, Horton. En esta oportunidad no fue el jugador que soluciona la papeleta en los momentos comprometidos. No, su último cuarto fue para olvidar.

Es evidente que el Alimerka necesita más pronto que tarde un nuevo armador de juego. Josep Pérez está ahí, pero tras más de 33 minutos sobre el parqué, ayer llegó al final del encuentro agotado, sin las ideas claras a las que tiene acostumbrados a la afición y a sus propios compañeros. Eso sí, de nuevo no le tembló el pulso para intentar canastas de tres puntos.

Quien sigue en línea ascendente, sin bajar la guardia en ningún momento, es Marc Martí, el gran capitán. No se arruga nunca y una vez más fue el máximo anotador del encuentro, con 21 puntos, y el mejor valorado de los azules. Él es quien empuja siempre a sus compañeros y alienta a la afición.

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