Sin complejos

Alberto Menéndez

Alberto Menéndez

Al Oviedo Baloncesto le van los equipos de la parte de arriba de la tabla. El Alimerka volvió a jugar sin complejos ante el Valladolid (83-66), uno de los conjuntos confeccionados para intentar dar el salto a la ACB. Pero los castellanos no pudieron en ningún momento con los carbayones, que realizaron un gran encuentro, uno de los mejores de la temporada, y eso que hay que recordar que los de Javi Rodríguez ya han vencido y jugado muy bien ante clubes de la calidad del Burgos o Estudiantes.

Como suele ser habitual cuando el Oviedo Baloncesto brilla, los azules basaron su triunfo en la defensa, hasta tal punto que el Valladolid solo logró 9 puntos en el primer cuarto. Pero es que de nuevo los asturianos estuvieron muy acertados en el tiro exterior. A destacar, fundamentalmente, la gran labor del norteamericano Horton, espectacular en el lanzamiento de tres, con seis aciertos de diez intentos, para un total de 25 puntos. Además, estuvo también excelso en el control del juego, siendo por otra parte el jugador que más asistencias dio en el partido, con seis, a lo que hay que sumar seis rebotes. Como se ve, un encuentro para enmarcar de Horton, sin lugar a dudas el integrante de la plantilla del Alimerka más trascendental en lo que va de competición.

La contundente victoria carbayona se produjo sin la presencia del considerado hasta ahora base titular del equipo. Josep Pérez parecía que iba a poder jugar, pero finalmente se cayó de la convocatoria por su problema con el menisco de una de sus piernas. Es decir, que los azules volvieron a jugar con un sólo auténtico base, Chapela, aunque también es cierto que Horton desempeñó las labores de diseño del juego durante bastantes minutos y con gran acierto, sobre todo en los últimos minutos. Un jugador éste, el gallego Chapela, fichado de urgencia hace solo unos días, pero que se ha adaptado al conjunto asturiano de forma excelente. Ayer, por ejemplo, acertó en cuatro de los siete lanzamientos de tres puntos que intentó. Y como organizador estuvo muy acertado.

Una vez más el Oviedo demostró que es un equipo coral. No sólo en defensa. Es que ante el Valladolid todos los jugadores que saltaron al parqué de Pumarín consiguieron algún punto. A destacar sobre todo la labor de Rozitis, un pívot que va a más, y que por fin entra con naturalidad en las rotaciones de Javi Rodríguez. Ante los vallisoletanos incluso se dio el lujo de correr un contraataque tras recuperar un balón en defensa.

El juego interior del Alimerka volvió a brillar ante un equipo tan físico como el Valladolid. Marc Martí, Elisias, Rozitis y Cosialls estuvieron casi siempre por encima de sus rivales. Y Mikel Sanz, Stuckman y Lobaco se pegaron como lapas a sus pares. Sólo Schmidt fue capaz de desembarazarse de ellos, aunque finalmente, muy nervioso, fue expulsado tras dos técnicas.

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