Diferencias "mínimas" separan a los dos candidatos que optan a ocupar la secretaría general de CC OO en Asturias, José María Guzmán Pacios y José Manuel Zapico, para sellar una candidatura conjunta a la dirección que hoy dejará vacante el equipo de Antonio Pino, líder de Comisiones durante los últimos doce años. La negociación entre ambos sindicalistas fracasó ayer pese a que los acercamientos durante las últimas horas han sido constantes e intensos, aseguran. Aunque ya van a contrarreloj, los dos aspirantes afirman públicamente que están abiertos a llegar a un acuerdo y que se intentará por todos los medios hasta que expire el plazo para presentar las listas, que se cierra mañana, viernes, a las doce y cuarto de la mañana. Horas más tarde se elegirá al nuevo líder de la organización. El congreso de la central se abre hoy en Oviedo con la despedida de Pino.

Para el caso de que no fructifiquen las conversaciones, Zapico y Pacios tienen preparadas listas propias para competir por los puestos en la ejecutiva. Llegado el caso, frente a frente estarían dos formas diferentes de ver el sindicato. Zapico, hasta hace no mucho secretario general de la central en el Nalón, defiende una postura crítica con la gestión de Antonio Pino. Quiere, si vence, tener una organización más "pegada a la calle" y al tajo. Sus detractores temen un giro que lleve a una ruptura de la unidad de acción con UGT, con quien Comisiones va de la mano en muchas de sus movilizaciones, y acercamientos a movimientos sindicales minoritarios como la CSI.

Por su parte, Pacios, exsecretario de CC OO en Avilés y antiguo responsable de Acción Sindical y Política Industrial del sindicato a nivel regional, es más partidario de mantener esa unidad de acción. Se presenta como una línea más continuista respecto a la gestión de Pino y está buscando rodearse de un equipo con experiencia, aseguran fuentes cercanas. Por contra, sus opositores critican que le falta "tirón".

Aunque tienen ópticas diferentes, ambos aseguran que las diferencias que les separan para elaborar una candidatura conjunta son mínimas. "Son salvables", aseguraba ayer José Manuel Zapico. "Son cuestiones de tipo organizativo", añadía José María Guzmán Pacios. También influye, reconocieron fuentes de la central, la visión diferente de ambos de cómo adaptar el sindicato a los nuevos tiempos.

Sí al final no hay acuerdo se prevé que la votación de los 251 delegados esté reñidísima. "Si hubiera grandes diferencias entre nosotros, si uno tuviera asegurado el 60 ó el 70% de los apoyos, no estaríamos negociando para unir nuestras listas. Pero esto se va a decidir por un puñadín de votos", destacó Pacios.

Zapico, por su parte, asegura que sería "necesario" llegar a un acuerdo conjunto con el objetivo de dar una imagen de "cohesión interna necesaria para luchar contra retos tan importantes como el de la precariedad laboral". Precisamente, algunos sindicalistas temen que, de no haber un acuerdo, el sindicato corra el peligro de salir dividido, herido y cargado de enfrentamientos personales.

El relevo, además, se produce en un momento clave. CC OO es desde el año pasado la principal fuerza sindical de la región con 1.982 delegados, superando por primera vez en 36 años a UGT en representación después de haber ganado peso en algunos sectores claves de la economía regional como la sanidad, la construcción, los servicios o la industria.