El nuevo resultado del diálogo social en Asturias es un acuerdo titulado "Concertación para la Recuperación de Asturias" (CREA), que ayer fue presentado por sus firmantes -el Gobierno asturiano, la patronal FADE y los sindicatos UGT y CC OO- como una "hoja de ruta" para encarar la salida de la crisis y, a mayores, para modernizar el modelo productivo de la región, haciendo frente a los desafíos que suponen la transición energética y la revolución digital.

La CREA echa a andar con limitaciones presupuestarias -640,2 millones de gasto para dos años- y sin nuevas inversiones en el capítulo de infraestructuras, nuclear en negociaciones anteriores. Aún reconociendo tales limitaciones y con independencia del contenido del acuerdo, los firmantes ensalzaron el hecho mismo de haber conseguido un consenso en un momento tan crucial como el presente. Y todos también emplazaron a los grupos políticos de la Junta General del Principado a seguir el "ejemplo" de la concertación social.

"Espero que la concertación sirva de espejo para la política, porque los tiempos de incertidumbre y cambio que nos aguardan, que serán también los tiempos del futuro de Asturias, exigirán la máxima unidad posible", afirmó el presidente asturiano, el socialista Adrián Barbón en el acto de firma.

Quienes le precedieron en el atril del ovetense palacio del Conde de Toreno apuntaron asimismo a la clase política. "Todas las organizaciones, entre ellas las políticas, deben unir fuerzas para trabajar por Asturias", dijo Belarmino Feito, presidente de FADE. Y añadió: "Se ha de buscar el consenso necesario para dar un impulso a la reconstrucción desde el diálogo". Javier Fernández Lanero, líder de UGT en Asturias, pidió a los grupos de la Junta y en particular a las fuerzas de oposición "no anteponer los intereses partidistas". Y José Manuel Zapico, secretario general de CC OO en la región, llamó a las fuerzas parlamentaria a "abandonar el ruido" y actuar con "responsabilidad".

El presidente Barbón dejó ver que utilizará la concertación como un activo en las negociaciones con la oposición. "El Gobierno tomará este pacto como fundamento y referencia para la negociación del presupuesto y de los acuerdos de reconstrucción", anunció. Definió el acuerdo así: "Esta es la concertación para afrontar la gran transformación de Asturias".

El documento CREA está dividido en cinco capítulos. Algunas de las propuestas que aparecen en ellos se enuncian a continuación.

Incluye las ayudas a los autónomos y a otros sectores como el turismo que se desplegaron entre marzo y junio, así como un compromiso de reorientar partidas presupuestarias para apoyar a las actividades en peor situación. En el capítulo de infraestructuras no hay inversión nueva y se mantienen los compromisos presupuestarios vigentes (45 millones en el caso de carreteras y puertos, de los que sólo se ha licitado el 8% hasta ahora). El pacto supone agilizar esas obras y reducir cargas burocráticas en licitaciones y licencias para impulsar la construcción, medida que también alcanzará a la tramitación de proyectos industriales. Se incluyen apoyos a la digitalización de las pymes y planes para impulsar la "movilidad sostenible" en el área central.

Elaboración de un plan industrial y de una estrategia que servirá de base para los proyectos que Asturias presente a los nuevos fondos europeos. Se crea además la Agencia de Ciencia e Innovación de Asturias para favorecer la transferencia de conocimiento al tejido productivo.

Se plantea reforzar los medios de la sanidad pública en atención primaria, mejorar la vigilancia epidemiológica y crear una central de compras. En materia educativa se anuncian mejoras en la dotación de nuevas tecnologías y otro intento de impulsar la FP dual con contrato de trabajo para los alumnos. También se habla de un "plan de transición" para unificar en el futuro el salario social del Principado y el ingreso mínimo vital de la Seguridad Social y un "plan de choque" para reducir la lista de espera en la dependencia.

Mejora de la conexión entre las empresas y el Servicio Público de Empleo. Programas de formación para jóvenes con especiales dificultades de acceso al trabajo y para parados de larga duración.

"Plan de choque" para impulsar las enseñanzas científico-tecnológicas (STEAM) entre las niñas y jóvenes. Creación de la figura de agente delegado de igualdad, para velar por el cumplimiento de la normativa sobre igualdad de género en las empresas.