«Para conocer la situación de una provincia (o de un pueblo), no basta haber vivido en el largo tiempo. Hay muchas gentes que son siempre forasteras en su propio país, porque nunca se aplicaron en conocerlo».

Gaspar Melchor de Jovellanos

Un verano más surge de forma recurrente la figura del patronazgo religioso de la ciudad de Gijón. Se falsea públicamente la historia, con intención o sin ella, encontrándonos con un sinfín de declaraciones y manifestaciones que no conviene dejar pasar sin puntualizar por su extemporaneidad. El patronazgo de una ciudad no se improvisa, como tampoco es posible que prospere una usurpación de titularidad, por mucho que se pretenda disimularla a través de costumbres o usos bajo el manto de determinadas advocaciones marianas. Nuestra Señora de Contrueces y Nuestra Señora de Begoña ni son, ni han sido, patronas de Gijón.

Las fuentes de la historia, como es de sobra conocido, se sustentan principalmente en dos pilares, la transmisión escrita -conservada principalmente en nuestros archivos y bibliotecas- y la transmisión oral. Son muchas las referencias documentales que alberga nuestro Archivo Municipal en relación al patronazgo de San Pedro sobre Gijón. Lo mismo que el Archivo Diocesano y sus archivos menores o vivos. De ahí mi extrañeza en el empecinamiento de algunos miembros del clero local, además del portavoz del Arzobispado, en insistir en que el santo pescador «no es, ni lo fue nunca», patrono de Gijón.

Como ya hemos referenciado en otros trabajos publicados, el 23 de marzo de 1630, el Papa Urbano VIII reguló y exclusivizó el derecho de nombramiento de los patronos por parte de la Santa Sede. No obstante, se mantuvo el criterio de mantener a aquellos patronos que lo viniesen siendo desde tiempo inmemorial y con antelación a la entrada en vigor de la norma, «aunque no constase o se conociese su elección». Desarrollaron aquella norma dos decretos de la Sagrada Congregación de Ritos, uno de 13 de enero de 1631 y el siguiente de 27 de septiembre de 1659, estableciendo dichas disposiciones los requisitos de elección de patronazgo sin los cuales no podría ser asumida su titularidad por la Iglesia.

El patronazgo de San Pedro y Gijón, lo mismo que de otras villas o ciudades, encuentra en esta norma canónica su amparo. Así nos encontramos cómo el Ayuntamiento, en sesión de 1 de julio de 1651, acuerda: «luminarias en la torre y haciendo hogueras la víspera de San Pedro de noche, y se hagan vísperas solemnes y el día procesión por todo el lugar, y si para ello le pareciese, se prevengan algún adorno de danzas o gaita, lo hagan y traigan ramos y espadañas para la dicha iglesia, y que se haga esta fiesta? y que del santo, con tal solemnidad por primera vez, que todos los años se hiciera fiesta». Para mayor abundamiento, de esta breve referencia histórica, existe en nuestro archivo local el llamado «Libro de ceremonial del Ayuntamiento de Gijón», aprobado en su sesión de 26 de octubre de 1848, en el que se recoge en sus artículos 48 y 49 la regulación de la presencia de Alcalde y concejales en los actos de cada 29 de junio, función del patrono San Pedro.

La última acreditación del patronazgo religioso de San Pedro sobre la ciudad de Gijón vendrá de la Sacra Congregatio Ritum -Sagrada Congregación de Ritos- en escrito fechado en Roma el 18 de noviembre de 1955, en el que resuelve: «a la vista de la petición del reverendo clero de la ciudad de Gijón y de otras autoridades de la misma ciudad del día 28 de octubre de 1955, sobre el cambio del celeste patrono de dicha ciudad (Bienaventurada Virgen María Asunta al cielo en lugar de San Pedro Apóstol) la Sagrada Congregación de Ritos, consideradas las cosas seriamente, responde que no procede».

El Ayuntamiento de Gijón y parte de clero gijonés se habían aliado para formular ante el Arzobispado de Oviedo un cambio de patronazgo. En el expediente eclesiástico encontramos en el escrito de «Exposición para declarar patrona de la ciudad y concejo de Gijón a la santísima Virgen en el misterio de su gloriosa Asunción corporal a los cielos», los siguientes párrafos y consideraciones: «?Es verdad que el patrono de la Ciudad es el apóstol San Pedro?», «no siendo la Virgen de Begoña patrona de la ciudad de Gijón, y no teniendo arraigo actual ni flujo el patronazgo de San Pedro en la ciudad y celebrándose las fiestas populares de Gijón coincidiendo con la festividad del 15 de agosto, festividad de la Asunción de N. S., es por lo que se pensó en dar un contenido espiritual a estas fiestas?».

Diez años después de esta ratificación de patronazgo, se reunían en el salón de actos del Ayuntamiento de Gijón, convocados por don José Antonio Presedo Vázquez -teniente de alcalde- los señores don Julio Paquet Cangas; don Rufino Martínez Fernández y don León de la Viña, presidente y secretario de la Cofradía de Pescadores; don José Arenas, párroco de la Iglesia de San Pedro; don Joaquín Alonso Bonet, cronista oficial de Gijón; y don Daniel Palacio Fernández, director de la Oficina Municipal de Turismo. Era el primer paso para constituir la que sería Hermandad de San Pedro Apóstol, patrón de la muy noble y leal villa y puerto de Gijón. En el artículo 2 de su reglamento se decía que el objeto de la hermandad era:

Impetrar por la intersección de San Pedro la gracia divina para el pueblo de Gijón. Tributar un culto especial y mantener la tradición de este culto como patrono que es de la villa.

Que así sea.

Luis Antuña Maese es miembro de la Asociación de Amigos de la Iglesia Mayor de San Pedro de Gijón.

Fuentes utilizadas:

Archivos:

Archivo Municipal del Ayuntamiento. Archivo de Curia del Arzobispado de Oviedo. Archivo de la Asociación de Amigos de la Iglesia de San Pedro de Gijón. Archivo del autor.

Bibliografía:

- «Algunas curiosidades sobre la iglesia de San Pedro en los documentos municipales de mitad del siglo XIX». Luis Miguel Piñera. Gijón, 2004.

- San Pedro. Diario «El Comercio». Gijón, 29 de junio de 1997. Luis Miguel Antuña Maese.

- San Pedro 2001. La Nueva España. Oviedo, 13 de octubre de 2000. Luis Miguel Antuña Maese.

- Libros de Actas Municipales de Gijón. Agapito González Ordóñez. Gijón, 1990.

- Estatutos de la Hermandad de San Pedro Apóstol, patrón de la muy noble y leal villa y puerto de Gijón».