El grupo municipal de Xixón Sí Puede presentó ayer, en la comisión de Bienestar Social, un ruego aceptado por el equipo de gobierno para cambiar la denominación de la calle "La Argandona", situada en El Llano -partiendo de la calle Río de Oro hasta llegar a la calle Santa Justa- para incluir el nombre de pila de la mujer que se esconde tras ese apelativo: Xosefa de Jovellanos "la Argandona". Se mantendría el nombre actual, además de incluir la nueva denominación, para poder evitar de este modo cualquier problemática de tipo postal que pudiera surgir con un cambio de nombre completo, tanto para los vecinos como para los comercios situados en esa vía.

El grupo municipal podemista recoge así la demanda que hizo el pasado año Manuel Santiago, presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos y Amigos del Instituto Jovellanos, recordando que ya era hora de reivindicar la figura de Xosefa de Jovellanos.

Mario Suárez del Fueyo, portavoz del grupo municipal de Xixón Sí Puede, criticó ayer que el nombre de la calle se limite a incluir el sobrenombre de la mujer, que además fue tomado de su marido, Domingo González de Argandona, y no su nombre de pila.

Entiende Suárez del Fueyo que "si hoy hiciéramos una encuesta en Gijón descubriríamos que buena parte de la población desconoce que esa calle se corresponde con Xosefa de Jovellanos", por lo que "es de justicia darle su nombre completo ya que con el nombre actual queda invisibilizada la figura de una mujer destacada en la vida de Gijón, tanto por su obra literaria en asturiano como por su labor social".

Xosefa de Jovellanos (1745-1807), hermana del prócer gijonés, fue la primera mujer escritora en asturiano, creando una obra en la que trasladó el espíritu de la Ilustración y denunció la miseria y las injusticias sociales, explican desde Xixón Sí Puede. También fundó una escuela para niñas llamada Enseñanza Caritativa de Nuestra Señora de los Dolores, favoreciendo que las niñas pudieran acceder a la educación, hasta entonces reservada exclusivamente a los niños, remarcan.

Para Suárez del Fueyo, "corresponde a la clase política hacer pedagogía, a través de los nombres de las calles, para dar a conocer a las personas que jugaron un papel clave en nuestra ciudad a través de sus obras y su trabajo", como es el caso de Xosefa de Jovellanos, que llegó a ser "una referente dentro de la corte española de aquella época como intelectual".