Todos los colegios de Gijón, salvo los más nuevos, serán analizados para descartar problemas estructurales

Las inspecciones incluirán, en el caso de que sea necesario, análisis de los forjados para prevenir casos como los del Rey Pelayo

La rueda de prensa de esta mañana de Salomé Díaz Toral, Natalia González y Pedro González Guerrero

La rueda de prensa de esta mañana de Salomé Díaz Toral, Natalia González y Pedro González Guerrero / Ángel González

Pablo Palomo

Pablo Palomo

El Ayuntamiento extenderá las evaluaciones de los edificios de los colegios de más de 50 años al resto de centros públicos de Educación Primaria, a excepción de aquellos de más reciente construcción. Así lo anunciaron esta mañana las concejalas de Educación y Obras Públicas, Natalia González y Salomé Díaz Toral, que ofrecieron una rueda de prensa junto al director de Obras Públicas, Pedro Fernández Guerrero. Por ahora, se han analizado ocho centros a lo largo de octubre de 2022, nueve si se tiene en cuenta un informe estructural que se hizo del colegio Rey Pelayo en 2020. La intención ahora es extender esta clase de inspecciones al resto de colegios públicos de la ciudad, que, tal y como reconocieron ayer los munícipes, son los edificios municipales, a excepción de los museos, más antiguos del catálogo municipal. Las inspecciones además incluirán en aquellos casos donde los técnicos lo consideren necesario análisis de los forjados sanitarios de tal forma que se puedan prevenir derrumbes como el que sucedió el pasado 13 de enero en el Rey Pelayo, donde se vino abajo un aula. "La idea es tener una radiografía completa de como están los colegios de Gijón", explicó Fernández Guerrero.

La evaluación de los edificios de más de 50 años fue un compromiso municipal adquirido a principios del año pasado, unas semanas después de que parte de la fachada del colegio San Vicente de Paúl se viniera abajo segando la vida de dos operarios. Sucedió la víspera de Reyes, durante unos trabajos que en principio no entrañaban ningún problema y cuando no había niños en clase porque estaban de vacaciones de Navidad. Fruto de ese análisis se hizo una evaluación de ocho centros. Fueron el Alfonso Camín, Pumarín, Honesto Batalón, Cabueñes, Federico García Lorca, Xove, Pinzales y Miguel de Cervantes. También, en 2020, se hizo un análisis del colegio Rey Pelayo. En todas estas evaluaciones se detectaron diferentes problemas de grietas, humedades y desconchones pero la conclusión general es que ninguno sufría problemas estructurales de ningún tipo. Ahora bien, con un matiz. Estas inspecciones fueron, como describió esta mañana Fernández Guerrero, de carácter "organoléptico". Es decir, recababan información que se podía advertir con los cinco sentidos. Nunca se llegó a profundizar en los forjados de los centros, como si se hizo en el Rey Pelayo en el informe previo que se hizo para saber por qué colapsó el aula. Dicho informe es fundamental. Básicamente porque la conclusión fue el aula colapso debido a la corrosión acumulada en el forjado de la cámara sanitaria. Una corrosión motivada por la acumulación de humedad con el paso de los años en una zona que carecía de ventilación.

La intención del gobierno local es precisamente en aquellos casos que se necesite realizar un análisis parecido al que se hizo en el Rey Pelayo en los casos en los que los técnicos lo consideren necesario. Es decir, por un lado se realizará una evaluación técnica general de todos los colegios, salvo los más antiguos, y tras realizar dicha inspección, en los casos en los que sea aconsejable, se procederá a entrar en el forjado sanitario. "El servicio de arquitectura está viendo como habilitar entradas en esas cámaras sanitarias para que los técnicos puedan inspeccionarlo y ver si hay problemas similares a los del Rey Pelayo", explicó el director de Obras Públicas. Dichas inspecciones se pueden hacer en horario de tarde, sin entorpecer la vida escolar. Se quiere que comiencen todas, las generales y las concretas, a lo largo de lo que queda de curso. Los centros en los que se analizará el forjado sanitario por ahora no están decididos, pero serán aquellos que tengan características similares a las del Rey Pelayo. "Es decir, aquellos que tengan un forjado sobre la planta baja, que puedan tener problemas de ventilación", matizó Fernández Guerrero.

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