Otea reclama la regulación de las viviendas turísticas, que en Gijón superan al número de plazas hoteleras

La patronal asturiana de la hotelería y hostelería, Otea, reclamó esta mañana en Gijón una regulación de las viviendas de uso turístico en Asturias y en España, equiparando los requisitos para desarrollar esa actividad económica a los que se les exige a los alojamientos hoteleros.

El presidente de Otea, José Luis Álvarez Almeida, que indicó que es consciente de que el Principado está en esa clave de regular las viviendas turísticas, señaló que Gijón cuenta en la actualidad con más plazas en viviendas turísticas que plazas hoteleras y que la mayor parte de esas viviendas para uso turístico son ilegales.

«Gijón es el municipio que más viviendas de uso turístico tiene de Asturias, hay unas 5.830 viviendas turísticas censadas y creemos que hay un número mayor de ilegales por estudios que hemos hecho. En Gijón hay más viviendas de uso turístico que plazas hoteleras», en una ciudad que en conjunto cuenta con 15.000 plazas en todos los modos de alojamiento señaló, para recordar a continuación que hay estudios que apuntan por cada 100 plazas hoteleras se crean 53 puestos de trabajo entre directos e indirectos, mientras que 100 plazas de viviendas de uso turístico generan 9.

«Las viviendas de uso turístico es una realidad que ha llegado para quedarse, que no se le puede poner puertas al campo, pero hay que adaptar la realidad al medio en que estamos», «nuestras empresas están aportando al PIB asturiano, con nuestros impuestos, con nuestros trabajadores dados de alta, con nuestros autónomos, mientras que una vivienda de uso turístico se regula mediante una declaración responsable en el IRPF y unos lo declararán y otros no», señaló.

La patronal reclama que las viviendas turísticas cumplan los mismos requisitos que se les exige al sector hotelero, esto es, que las gestione una empresa o un autónomo, que estén sujetas a inspecciones eléctricas de baja tensión y que tengan que informar a las fuerzas de seguridad del estado de la identidad de las personas que se alojan en las mismas.

El presidente de Otea hizo estas reflexiones durante la comparecencia en la que estuvo acompañado por los vicepresidentes de Otea, Fernando Corral y Javier Martínez; el presidente de Arca (alojamientos rurales), Jaime García y el presidente de la Asociación de Camping, Toni Amieva, para presentar los resultados del sector hotelero y hostelero asturiano en julio y agosto y las previsiones para septiembre, en base a encuestas realizadas a sus 2.000 asociados, a las que respondieron 197 hoteles, 304 restaurantes, 120 casas rurales y 40 campings.

Mientras «el número de turistas que se ha visto por las calles fue sensiblemente superior al del año pasado» en julio y agosto, esa realidad no se plasmó en los resultados de alojamientos hoteleros y en la hostelería, al dirigirse muchos de esos turistas hacia las viviendas turísticas, cuyos ocupantes suelen gastar más en supermercados que en restaurantes, vino a decir el presidente de Otea.

Dicho eso, las tres asociaciones que ayer ofrecieron datos valoraron positivamente los resultados de julio y agosto para el sector. En cuanto a los alojamientos hoteleros, con una ocupación del 86% en julio y un precio medio por noche de 104 euros frente a los 85 euros de julio de 2022 con una ocupación del 78,52%. En cuanto a agosto, la ocupación fue del 88% con un precio medio de 108 euros frente al 91,66% de 2022 con un precio de 109 euros. El ligero retroceso en agosto se debió al mal tiempo de la última semana, que motivó anulaciones. En septiembre se prevé una ocupación media del 44%.

En cuanto a la hostelería, Javier Martínez señaló los problemas que tuvo para encontrar trabajadores y por el incremento de los costes que no se pudieron repercutir en su totalidad al consumidor. Un 60,64% de las empresas encuestadas manifestaron haber tenido dificultades para encontrar personal. En cuanto a la ocupación en la restauración, prácticamente llenos para las cenas de los viernes y sábados y algunas fechas las comidas de sábados y domingos, pero por debajo de la mitad de ocupación el resto de jornadas.

Capitulo aparte merece la situación del ocio nocturno, que Otea señala que se ha visto perjudicado por la acumulación en julio y agosto de grandes festivales, fiestas locales y fiestas de prao. Desde el sector se reclama que los grandes festivales al aire libre no se concentren en julio y agosto, sino que se distribuyan desde mayo a octubre o noviembre, para contribuir a la desestacionalización del sector.

La desestacionalización debe ser, a juicio de Álvarez Almeida, el principal objetivo del Principado y los ayuntamientos. A ello creen, además, que va a contribuir la llegada del AVE a Asturias, dada la tendencia de los madrileños a salir de la capital los fines de semana. También se ha notado un aumento de turistas extranjeros por las nuevas conexiones aéreas.

En cuanto a los alojamientos rurales, Jaime García destacó que la ocupación ha sido muy alta en el oriente y el centro de Asturias y más baja en otras zonas del Principado. En julio la ocupación media en los alojamientos rurales asturianos fue del 79,50% y del 93,22% en agosto. En septiembre se prevé un 38,56%.

En cuanto al campismo, la ocupación de parcelas llegó en julio al 80,90% y en agosto al 85,89%, con una previsión del 38% para septiembre. En cuanto a la ocupación de bungalós, los datos fueron un 84,27% en julio y un 91,21% en agosto, con una previsión del 42% para septiembre.

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