Laboral Centro de Arte lleva a Gijón a la cabeza de Europa para concienciar sobre el cambio climático

La muestra "Motores del clima" acerca los trabajos de 27 artistas, enmarcados en el Programa Cultural de la Presidencia Española del Consejo de la Unión Europea.

Pablo Antuña

Pablo Antuña

Una macroexposición que pone a España desde Gijón en el mapa europeo de la cultura, con la presencia de obras de 27 artistas, “sobre la estética y la poética de la meteorología y el clima”, como explicó Daphne Dragona, comisaria de “Motores del clima”, que se puede visitar hasta mayo del próximo año en LABoral Centro de Arte y Creación Industrial. “Es una oportunidad para hablar de justicia climática, pero también del derecho a respirar y vivir”, subrayó durante la inauguración de una interesante muestra que forma parte del Programa Cultural de la Presidencia Española del Consejo de la Unión Europea.

 Gijón es la primera parada fuera de Grecia de la muestra que Daphne Dragona comisaria junto a Jussi Parikka. “Tenemos siempre la idea de que la transición ecológica debe ser social, pero también afecta a otros muchos elementos”, indicó Parikka. “Hay una larga tradición en el trabajo artístico con el clima, pero queríamos centrarnos en el arte contemporáneo y la visión que los artistas tienen de él”, añadió.

 En una misma sala el visitante puede descubrir diferentes disciplinas artísticas, con una temática común, como es poner sobre la mesa el debate y la reflexión sobre el cambio climático. El primer vistazo para el espectador al entrar a la sala es la obra “Rhonegletscher”, del artista Thomas Wrede, un díptico sobre el glaciar del Ródano, que tras un retroceso drástico por el calentamiento global, una familia decidió cubrirlo con una manta blanca que refleja la luz de sol y ralentiza el derretimiento. “Invitamos a descubrir todas las historias y ese paisaje sonoro de todas las obras”, enfatizaron los comisarios de “Motores del clima”.

 Otra propuesta interesante es “Topologías del Carbono”, del colectivo “Atmospheric Research”, con una estructura fabricada digitalmente, “que hace visible lo invisible, como las emisiones de CO2”, como explicó la comisaria de la muestra. No falta tampoco el proyecto “El planeta después de la geoingeniería”, de “Rania Ghosn y El Hadi Jazairy, un audiovisual que especula sobre el diseño de las ciudades y territorios tras proyectos de geoingeniería. “Se refleja el sentimiento de los humanos de controlar, pero también de cambiar el clima”, valoró Daphne Dragona.

Pablo León, director general de Cultura del Principado de Asturias, ensalzó la magnitud de esta muestra y el significado para este espacio artístico. “Es un día feliz, porque cumple los propósitos para los que Laboral Centro de Arte fue creado, el poner en contacto el arte actual con las grandes reflexiones y debates que está habiendo en nuestra sociedad”. Una idea en la que también se movió Belén Llerena, del Programa Cultural Presidencia Española Unión Europea. “Es una reflexión desde lo local para construir ese futuro que queremos”.

Christina Liata, de la Fundación Onassis Stegi, que colabora con la muestra, incidió en la importancia de que sea Gijón la primera ciudad en la que se expone esta muestra tras salir de Grecia y que recoja diferentes sensibilidades artísticas: “Se muestre la sensibilidad y el compromiso con la sostenibilidad. En este mundo tan cambiante este tipo de exposiciones son esenciales”.

Son hasta 27 artistas, algunos de ellos asturianos, los que acercan diferentes realidades. Se puede observar hasta una obra en la que los plásticos y otros objetos contaminantes del océano se convierte en arte, para componer un mosaico basado en el terrazo veneciano. O una aproximación a las interacciones en la selva amazónica; o el papel del polen o los hongos.