La negociación para comprar los terrenos de Pymar en Naval Gijón empezará en noviembre

Una representación del Ayuntamiento viajará a Madrid para abordar la operación

La tasación actualizada de la zona, lista el mes que viene

Vista aérea de los antiguos astilleros de Naval Gijón, en una imagen de archivo. | Ángel González

Vista aérea de los antiguos astilleros de Naval Gijón, en una imagen de archivo. | Ángel González / Gabriel Cuesta

Gabriel Cuesta

Falta atar el otro cabo suelto para que llegue a buen puerto la operación necesaria para desbloquear el desarrollo de Naval Gijón. Objetivo que la Alcaldesa, Carmen Moriyón, quiere cumplir a velocidad de crucero y de forma casi simultánea. Si esta semana se despejaba el horizonte, a falta de conocer cifras, para la adquisición "flexible" de aquella parte de los terrenos propiedad de la Autoridad Portuaria, la intención del equipo de gobierno es tratar de materializar lo antes posible la adquisición del suelo restante, en propiedad de Pequeños y Medianos Astilleros en Reconversión (Pymar), con la que se está en contacto desde agosto. En pocas semanas, a lo largo del mes de noviembre, está previsto que el Ayuntamiento reciba la tasación actualizada por parte de la sociedad.

Que haya una cifra encima de la mesa hará que las negociaciones se produzcan de manera inminente. En cuanto se reciba el documento, en ese mismo mes, una representación municipal acudirá a Madrid para tratar de llegar a un acuerdo. De materializarse ambas, dejarían el camino despejado para trabajar en el futuro Plan Especial de Reforma Interior (PERI), la herramienta urbanística que permitirá concretar y moldear su desarrollo en base a lo definido en el PGO. Ahí precisamente tendrá un peso importante también la Autoridad Portuaria. El Puerto se perfilará como un agente clave para el desarrollo de este nuevo polo tecnológico de economía azul sostenible, a pesar de desprenderse de este patrimonio, como recordó la Alcaldesa, Carmen Moriyón.

Entiende la Regidora que el papel del Puerto puede ser clave por su conocimiento en las diferentes oportunidades industriales y sostenibles que brinda el mar, "para ayudarnos e ir de la mano con nosotros en este desarrollo". Se trata para la administración de El Musel, de hecho, de una oportunidad de abrir nuevos horizontes que va más allá de ingresar en caja por los terronos. Su involucración se antoja clave para "hacer apetecible" a las compañías el proyecto, con su presidente a la cabeza, Laureano Lourido.

La línea maestra la marca la ficha urbanística del Plan General de Ordenación que precisamente Foro aprobó en la recta final de su segundo mandato. Más allá del polo empresarial, la actuación debe rematar la regeneración de esta fachada costera, con11.000 metros cuadrados de viario y 15.000 de espacios verdes. El reto es convertir Naval Gijón pase en una especie de pequeño Parque Tecnológico que mire hacia el mar. El 80% de este espacio esté destinado a usos productivos vinculados a la pesca, la acuicultura, el turismo, la navegación, la biotecnología marina o las energías renovables. Siempre industrias de economía azul y "limpias". Y la parte restante, el otro 20%, podrá poner el foco en otros sectores como el hotelero, hostelero, recreativo, de espectáculos y comerciales. Se ubicarán únicamente en las plantas baja y primera de los bloques que allí se construyan.

El Ayuntamiento comprará a la Autoridad Portuaria el 64,7% de los 60.036 metros cuadrados totales del espacio que albergaba los antiguo astilleros. Se hará con "criterios de flexibilidad" para adaptarse "a las capacidades financieras del Ayuntamiento", como explicó la propia Alcaldesa. Una vez se reciba la tasación, los equipos técnicos de ambas administraciones buscarán una solución. El resto de suelo, el otro 35,3%, es propiedad de Pymar, cuya batalla judicial paralizó durante años su desarrollo hasta que el Tribunal Superior de Justicia de Asturias inadmitiese su recurso y diese portazo al asunto. La extensión de la Autoridad Portuaria en su día se valoró en 5,2 millones de euros, cuando el Puerto pretendía sacarlos a subasta para así cumplir con su acuerdo con Puertos del Estado. En cuando a la parte de Pymar, en 2011 se tasó en 16 millones y, posteriormente, en 12, cuando todavía pretendían construir allí unas 450 viviendas. La última tasación que se hizo de todo el espacio fijó su valor en unos 8,5 millones.

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