Un Calvario por los oprimidos en San Pedro

La iglesia acogió el vía crucis por los cristianos perseguidos a nivel internacional: "Es lo mínimo que podemos hacer"

Fieles en la iglesia de San Pedro, ayer, durante el vía crucis. | Ángel González

Fieles en la iglesia de San Pedro, ayer, durante el vía crucis. | Ángel González / Nico Martínez

Un camino del Calvario por los cristianos que sufren. La iglesia de San Pedro acogió en la tarde de ayer a las decenas de fieles y devotos que se congregaron en el interior de la parroquia para celebra un en un nuevo vía crucis, práctica que se repite los seis viernes de Cuaresma. En esta ocasión, la particularidad fue que se hizo por los cristianos perseguidos en todo el mundo, en colaboración con la Fundación Pontificia de Ayuda a la Iglesia Necesitada. "Es lo mínimo que podemos hacer por apoyar a hermanos nuestros que lo están pasando muy mal", expresó Ignacio Alvargonzález Rodríguez, hermano mayor de la Cofradía de la Santa Misericordia y presidente de la Junta Mayor de Cofradías y Hermandades Penitenciales.

Mientras se llevaba a cabo el recorrido por las catorce estaciones tradicionales del vía crucis, el encargado de leer los testimonios fue José María Fernández, voluntario de la Fundación de Ayuda a la Iglesia Necesitada desde hace diez años. "Es una cita muy importante porque supone que el movimiento cofrade tiene sensibilidad ante la situación de cristianos a los que se les persigue o discrimina en el mundo", agradeció Fernández, antes de exponer las consecuencias de las guerras, la acción terrorista y la pobreza extrema en catorce países. "Hay un porcentaje muy alto de cristianos que viven en países en los que por el hecho de ser cristianos los matan", lamentó Fernández, también cofrade de la hermandad de la Santa Vera Cruz. Alvargonzález, por su parte, realizó la parte litúrgica.

Los cofrades de la hermandad de la Santa Misericordia, Pilar Fernández-Acevedo y José Antonio Miyar, junto al del Santo Sepulcro, Pedro Vena, completaron el paso con la cruz y dos velas por las catorce estaciones en el interior de la iglesia. Todos los presentes rezaron por la paz en Ucrania, Israel, Palestina, Siria o Irak, entre otros territorios.

La reflexión del párroco de San Pedro, Javier Gómez Cuesta, cerró el vía crucis por los cristianos perseguidos en el mundo.

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