Crítica / Música

Voces solidarias para arrancar la Navidad

"El León de Oro" ofrece un intenso concierto en el teatro Jovellanos en favor de Aspace

Eduardo Viñuela

Eduardo Viñuela

Las voces son las protagonistas de la música por estas fechas; los recitales corales se multiplican en navidad, muchas veces motivados por una causa solidaria. El pasado miércoles la Sociedad Filarmónica de Gijón quiso poner su granito de arena con un concierto de altura; "El León de Oro" se subía a las tablas del teatro Jovellanos con un programa ecléctico, adecuado a la naturaleza de un recital atractivo y liviano que recaudaba fondos para la Asociación de Atención a Personas con Parálisis Cerebral (ASPACE) de Gijón.

El repertorio presentó una síntesis de esa combinación de música antigua y contemporánea a la que esta agrupación nos tiene acostumbrados en sus veinticinco años de trayectoria. Tres piezas del Renacimiento español dieron cuenta del equilibrio de voces en esta coral, capaz de empastar complejas arquitecturas sonoras y conducirlas por alleluias melismáticos y clímax místicos hasta los sosegados y prolongados reposos finales de cada pieza. Un regalo para los oídos.

El bloque contemporáneo discurrió con un aire piadoso en el que predominó la eufonía. Destacó el juego de la sonoridad sibilante en los primeros pasajes de "O magnum mysterium" de Javier Busto, que también resultó exigente por el rango melódico y la interválica.

En la recta final, el recital viró hacia lo popular, con obras en las que no faltaron melodías asturianas, como "Si la nieve resbala", armonizada por Julio Domínguez, ni los guiños a la tonada de "En toda la quintana", de Jesús Gavito. Este bloque entusiasmó al público, y más de uno parecía querer arrancarse a cantar. "Fariñona y marañueles" de Albert Alcaraz puso el cierre con sorpresa: danza, taconeo y hasta un beso lanzado al público. La felicitación navideña llegó con "Noche de paz" como propina.

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