Varadero de Fomento

Intentos de mangoneo

Todos se creen con derecho en manejar las cosas de todos

Alejandro Ortea

Alejandro Ortea

La directiva del Grupo Covadonga está demostrando una gran ejemplaridad y haciendo un importante favor a esta villa marinera al no dejarse avasallar por el Ayuntamiento, al acudir en la defensa de sus derechos ante los tribunales de lo contencioso administrativo por cuestión de la supresión del anillo navegable del río Piles. Afecta esta decisión a los integrantes de su veterana sección de piragüismo. Y, frente a este muro grupista que, hasta ahora, ha ido viendo como la justicia le daba la razón, un Consistorio empecinado en sostenella y no enmendalla con el cacique comunista del equipo de gobierno al frente. Que ese peligro político que es Aurelio Martín se haya permitido el lujo de advertir al Grupo sobre sus acciones para impedir el desafuero es impresentable. Se trata de lo que un grupo de fanáticos de IU llaman "renaturalización" que es una forma más de las muchas que hay para solucionar los problemas medioambientales existentes, con el seguimiento, como perrillo fiel, de la periclitada dama de Carbayonia; forma que está basada en informes de parte. Esperemos a ver cómo se desarrollan en los tribunales los diferentes pleitos entre la sociedad deportiva y cultural y el concejal empecinado, pero cuyos gastos judiciales, por cierto, pagamos los ciudadanos.

La instalación para la depuración de aguas del Este, afortunadamente en funcionamiento, quedará gestionada de momento por la administración regional una vez que la Confederación del Cantábrico termine su periodo de gestión, que será en breve. La decisión es buena, porque servirá para establecer un tiempo suficiente para que se tranquilicen los ánimos, antes de que la empresa municipal para las aguas y el saneamiento se haga cargo de la instalación. Pero como no todo va a ser una balsa de aceite, han surgido críticas de su comité de empresa por dejar a la EMA al margen del Pisón ya que recelan infundadamente de que esta actuación abra la puerta a la privatización del servicio de depuración en Gijón. Se permiten entonces el insospechado lujo de exigir airadamente explicaciones. Si así fuera, no se sabe qué pinta la representación sindical en esto; pero es que, además, no se observa por ninguna parte de que ello vaya a ser así, a no ser que al mando consistorial llegue alguna formación que cambie a la gestión indirecta varios de los servicios municipales, lo cual no es deseable. Hay en Gijón diversas entidades que, sin presentarse a las elecciones, quieren actuar como si fueran representantes públicos para manejar las cosas de todos. Este tipo de mangoneos son antidemocráticos, por lo que el comité de empresa de la EMA se ha metido de hoz y coz en camisa de once varas. Muy mal entonces por su parte.

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