Regreso por todo lo alto

El Freestyle llegó ayer a lo más alto de la Navidad gijonesa con el segundo y último lleno del Palacio de los Deportes en 2022, después de la final del torneo internacional de tenis. Las enormes colas para presenciar el espectáculo confirmaron que la pasión por contemplar a pilotos haciendo piruetas sobre sus motos a varios metros de altura sigue intacta pese a los dos años consecutivos de ausencia debido a la pandemia. Y certificaron el acierto de la organización de la prueba, con algunos de los mejores especialistas del circuito internacional. El evento, por méritos propios, se ganó hace mucho un hueco en el calendario de estas fiestas. El apabullante éxito de esta edición lo catapulta a la condición de "imprescindible".

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