Crítica / Música

Música de cine hecha espectáculo

Eduardo Viñuela

Eduardo Viñuela

Lleno hasta la bandera en el teatro de la Laboral para el nuevo proyecto de la "Film Symphony Orchestra", un espectáculo que toma como hilo conductor la música de superhéroes y que persigue impactar al espectador a golpe de estruendos. El público respondió a los estímulos y ovacionó cada título durante las más de dos horas de recital, en el que no faltó un concurso y una pausa con cosplay y photocall.

Hay quien afirma que las bandas sonoras son la música clásica de nuestros días, un repertorio sinfónico de nueva creación que llena auditorios y emociona a miles de espectadores. La "Film Symphony Orchestra" lleva diez años certificando y fomentando este fenómeno con espectáculos que se alejan de los rigores protocolarios de los conciertos para conectar con el público.

Constantino Martínez-Orts es "el jefe de todo esto", que diría Lars Von Trier: CEO, director de la orquesta y maestro de ceremonias; cada tema viene precedido de una explicación didáctica y con entusiasmo youtuber. Su discurso engancha, pero también empacha, porque casi ocupa tanto espacio como la música que toca la orquesta. Y es que, más que un concierto, a lo que asistimos es a un desfile de píldoras sonoras, oberturas, suites y temas principales de tres minutos pertenecientes a una veintena de filmes.

La orquesta es solvente y responde, pero el programa es como una apisonadora de grandes éxitos, temas sin desarrollo cargados de metales y percusiones que encuentran en la microfonía un perfecto aliado para epatar al público y arrancar aplausos. Batman, Spiderman, Capitán América, Iron Man, Conan, El Zorro, Superman… pocos faltaron a la cita, pero ninguno tuvo espacio para desplegar sus poderes musicales. Todos sonaron como cameos cinematográficos, desfilando al ritmo frenético que marcaba Martínez-Orts. Quizás este el signo de los tiempos, porque la fórmula funciona.

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