Santo Tomás de Aquino en el Seminario

Fidel García

Fidel García

Los seminarios católicos durante mucho tiempo han sido y aún son, aunque menos, referentes de cultura amplia y profunda en la sociedad española; por ellos han pasado durante decenios, muchos (miles) jóvenes españoles, quienes han recibido una intensa y extensa formación humanística: científica, artístico-literaria, filosófica y teológica que los ha preparado, básicamente para el ministerio sacerdotal a muchos, o para afrontar su vida profesional a casi todos: periodistas, médicos, docentes, abogado, políticos, cantantes (...) y otras varias profesiones.

Hoy el Seminario, como las escuelas católicas y universidades, celebran la fiesta de su patrono, Santo Tomás de Aquino, Doctor Angélico; por la altura y profundidad de su sistema teológica que la Iglesia Católica ha bendecido como propio. Todos los Papas, desde León XIII, al papa Francisco siempre han recomendado con persistencia, la enseñanza de las ciencias teológicas, teniendo en cuenta el modelo de Santo Tomás y las aportaciones actuales. El mismo Papa Benedicto XVI, el mayor teólogo de la posmodernidad, es un paradigma del respeto y veneración de la teología del pensamiento teológico de Santo Tomás. Como reconoce expresamente el Concilio Vaticano II. Su forma de entender la Doctrina Sagrada es una fuente inagotable de sabiduría para enfocar toda la problemática actual. La pretensión de sustituir el modelo teológico de Santo Tomás, por el racionalista liberal y existencial, como ha reconocido el Papa Benedicto XVI en su testamento espiritual, ha fracasado.

Los teólogos, como Santo Tomás, siempre ha tenido mucha importancia en la Iglesia Católica para la formación espiritual de los fieles. Santa Teresa de Jesús, doctora de la Iglesia, como Santo Tomás de Aquino, sentía gran admiración por los letrados como ella llamaba a los teólogos, pues eran ellos los defensores de la verdad, en tiempos de herejías y errores luteranos. Ella huía de los mediocres y poco letrados porque, como afirmaba con suave y femenino humor, buen letrado nunca me engañó. La suma teológica de Santo Tomás, como los grandes y hermosos catedrales góticas extendidos durante siglos por Europa, así como la música gregoriana, son referentes sublimes en los que la fe revelada se transforma en cultura.

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